Los tics nerviosos son aquellos espasmos, movimientos y también sonidos que se dan de manera repentina en una persona. Estas sucesiones de tics no se pueden controlar a voluntad; manifestándose bruscamente en cortos y repetitivos momentos, se pueden diferenciar por el tipo de tic que presenta el individuo y por el tiempo de duración de ellos.
Cuando se habla del tipo de tic, encontramos al motor, al vocal y a una combinación de ambos. En el caso de la duración de los mismos, se pueden encontrar los crónicos y los transitorios; cada especificación será evaluada y determinada por profesionales en el área.
Con frecuencia, la mayoría de las personas que padecen de tics nerviosos están ante los tics motores simples que logran afectar a los ojos; accionando en ellos por medio de guiños, algunos parpadeos o en el abrir de forma desmesurada los ojos involuntariamente. Este tipo de tic es el que ocupa un primer lugar de acuerdo al Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
En un segundo puesto, se tiene a los tics nerviosos que afectan la cabeza y la nariz, entre los síntomas que demuestran los pacientes se observan el morderse la lengua o los labios; así como sacar la lengua. Lamerse los labios o arrugar la nariz, también son manifestaciones de este tipo de tic nervioso.
Los demás son poco frecuentes, no obstante, pueden ser experimentados en algún otro grupo motor como los presentados en los músculos del diafragma. Estos derivan en una contracción rápida y dan lugar a exhalaciones de aire sonoras.
Tipos de tics nerviosos y la duración de los síntomas
Los tics motores son aquellos que producen movimientos en el cuerpo tales como parpadear, sacudir alguna extremidad o encogerse de hombros. Los vocales como su nombre lo indica, son sonidos que el individuo genera con su voz, algunos tics vocales son el tararear, aclarar la garganta o gritar alguna palabra e incluso una frase.
En cambio, cuando se trata de cómo pueden ser los tics nerviosos, encontramos a los simples y a los complejos. Los simples abarcan solo pocas partes del cuerpo como entrecerrar los ojos y los complejos normalmente involucran a varias partes del cuerpo; pudiendo tener algún patrón en particular. Un ejemplo es mover la cabeza y el brazo a la vez para luego dar un salto.
En cuanto a la duración que presentan los tics nerviosos en el organismo, se menciona que, en sí, los tics suelen tener tiempos cortos de duración; remitiendo de manera espontánea en la persona. Pero, al hablar del trastorno del tic, existen diferencias entre el persistente o crónico y el denominado trastorno de tic transitorio.
En el primero, la sintomatología se encuentra presente durante un año o más tiempo. Mientras tanto en el segundo, es decir, el transitorio, los síntomas tienen una duración que puede oscilar entre 1 y 12 meses.
¿Qué causa la aparición de los tics en una persona?
Estos fenómenos resultan bastantes comunes de ser padecidos por la población en general, sobre todo en niños con edades comprendidas entre los 6 y los 10 años. Casi todos los casos se originan por factores ambientales que ocasionan una extrema tensión en el organismo; tanto por manifestaciones de ansiedad como por situaciones sumamente estresantes en el entorno.
También, algunas otras causas para la aparición de los tics nerviosos se deben al cansancio físico, el agotamiento del cuerpo o la falta de sueño que presenta la persona. Incluso, los rasgos obsesivos-compulsivos pueden estar involucrados con la aparición involuntaria de los mismos.
Cabe destacar que, ante la presencia del síndrome de Gilles de la Tourette, se tiene conocimiento de que el origen es genético. Este trastorno por tic es considerado el más complejo y el paciente puede llegar a tener problemas de atención o sufrir muchas dificultades a la hora del aprendizaje; además puede actuar de manera impulsiva.
¿Qué hacer ante la presencia de los tics nerviosos leves o persistentes?
De acuerdo a la información que se tiene de los tics nerviosos en una gran parte de los casos, los tics resultan ser leves y llegan a remitir solos. No resulta un problema si no afecta la calidad de vida de la persona, ante esta situación no se debe tomar algún tratamiento o preocuparse sin razón aparente.
Por el contrario, cuando sucede que los tics nerviosos se mantienen por largos períodos de tiempo o van sumándose más síntomas, pueden provocar fuertes malestares en el individuo. Adicionalmente, pueden limitar la realización de actividades habituales en el paciente; por lo que en ambos casos se aconseja que acuda a un profesional, ya sea un psicólogo o médico particular.
Estos serán los encargados de analizar y evaluar la causa de los síntomas, para así ofrecerle un acertado diagnóstico y la proposición de un correcto tratamiento que ayude a mejorar el desarrollo del desenvolvimiento cotidiano del paciente en su entorno.