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Científicos británicos recientemente dieron a conocer el hallazgo de un grupo de planetas errantes flotando libremente por el espacio.
En un reciente estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, fue descubierto un misterioso grupo de planetas errantes que al parecer no se encuentran ligados a ninguna estrella; razón por la cual se hallan flotando en el espacio sin órbita aparente. Los investigadores determinaron que cuatro de ellos son consistentes y poseen masas similares a nuestro planeta Tierra.
Tal investigación fue llevada a cabo y dirigida por el científico de la Universidad de Manchester, Iain McDonald; quien para desarrollar su descubrimiento utilizó datos de la misión K2 del Telescopio Espacial Kepler de la NASA, obtenidos en el año 2016.
¿En qué consistió la misión?
Durante esta campaña, la misión Kepler logró monitorear por periodos de 30 minutos, un campo lleno de millones de estrellas en el centro de la Vía Láctea, con el objetivo de encontrar algún evento extraño de microlentes grativacionales.
Tal microlente explica como la luz de una estrella de fondo logra expandirse de forma temporal a causa de la presencia de otras estrellas en primer plano. Este particular evento genera una breve explosión de brillo que puede llegar a durar entre algunas horas o incluso días.
Se estima que, de cada millón de estrellas en la galaxia conocida como la Vía Láctea, al menos una se pueda ver afectada por microlentes en un momento determinado. Sin embargo, se espera que solo pequeño porcentaje sean causadas por planetas.
Dicho estudio surgió de una predicción de hace 85 años hecha por el genio Albert Einstein, como consecuencia de su Teoría General de la Relatividad.
Estudio del grupo de planetas errantes
En la investigación los científicos pudieron encontrar 27 señales candidatas de microlente con breve duración; las cuales variaron en una escala de tiempo entre una hora y los 10 días. Y aunque la gran mayoría de estas ya habían sido observadas anteriormente en los datos obtenidos simultáneamente desde Tierra; hubo una novedad en cuatro eventos más cortos, los cuales dieron paso a los nuevos descubrimientos.
Estos cuatro eventos mostraron ser consistentes con planetas de masas parecidas a las de la Tierra. En el estudio, tales eventos no mostraron una señal más larga acompañante que pudieran asemejarse a una estrella anfitriona; lo que llevó a los científicos a pensar que pudiera tratarse de planetas errantes o solitarios que se encuentran flotando libremente por el espacio.
De igual manera los astrónomos sugieren la posibilidad de que tales planetas hayan sido formados alrededor de una estrella, antes de ser expulsados por la fuerza gravitacional de otros planetas más grandes y pesados.
Las complicaciones de la investigación
En vista de que el telescopio Kepler no fue diseñado con el propósito de encontrar nuevos planetas usando microlentes, ni para estudios de campo de estrellas densas del interior de la galaxia; los científicos tuvieron que implementar nuevas técnicas de reducción de datos con el fin de buscar señales dentro de los datos de Kepler.
El experto McDonald expresó lo complicado que fue la búsqueda de las señales; ya que él y su equipo se encontraron con diversos inconvenientes al tratar de observar una de las partes más pobladas del cielo; en la que no solo hay miles de millones de estrellas brillantes, con brillos distintos; sino que también pasan miles de asteroides que interfieren en la misión. A lo cual se le agregó la dificultad de trabajar con un telescopio viejo con visión borrosa; por lo que en resumidas cuentas resultó una tarea bastante complicada de realizar.
Sin embargo, y pese a todas las complicaciones que se presentaron, el telescopio Kepler logró proporcionar pruebas tentativas que sugieren la existencia de un grupo de planetas errantes con masa terrestre.
Y aunque solo es el primer hallazgo, el coautor de la investigación e integrante de la Universidad de Manchester, Eamonn Kerins; señaló estar muy emocionado por la próxima misión de la ESA denominada como ‘Euclid’, la cual contribuirá al desarrollo de su misión principal.
Este fantástico descubrimiento sobre la existencia de otros planetas flotantes servirá de enfoque para las futuras misiones, como el Telescopio Espacial Nancy Grace Roman de la NASA, que será de ayuda para la exploración de microlentes.