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Reemplazar los pecios por meteoritos y a los océanos por la Antártida. Gracias a un equipo de científicos neerlandeses y belgas, el “mapa del tesoro” ha cambiado. Desde ahora ya la “X” no indica barcos hundidos, sino que marca pedazos de roca provenientes del espacio caídos sobre la Tierra.
Este equipo de investigadores se empeña en crear su propio “mapa del tesoro”
La Delft University of Technology, TU Delft; a través de un comunicado ha explicado que los meteoritos son trozos de rocas pertenecientes a otros astros que caen sobre la superficie de la Tierra. Y que, una vez recuperados estos fragmentos ofrecen información clave acerca de la formación y la evolución del Sistema Solar. Y, por ende, también ofrecen información sobre el origen de nuestro planeta.
El hecho de haber localizado en la Antártida estos meteoritos, y dadas las características de este lugar; puede ser más fácil aquí que en otros sitios y, por consiguiente, un equipo de investigadores se ha empeñado en diseñar su propio “mapa del tesoro”.
Los cálculos realizados por los integrantes de este equipo de investigación estiman que más de 300.000 meteoritos deben estar aún presentes en la Antártida. Sin embargo, hasta estos momentos resultaba muy difícil dar con sus ubicaciones exactas.
En este sentido, Stef Lhermitte, miembro del equipo de investigación y el profesor David Tax ambos de la TU Delft; explicaron que hallaron varias zonas nunca antes visitadas llenas de meteoritos.
Con el uso de la inteligencia artificial lograron crear su propio “mapa del tesoro”
Este equipo de científicos ha logrado crear su propio “mapa del tesoro” gracias al uso de la inteligencia artificial; para hacerlo tuvieron que combinar varios tipos de observaciones en un algoritmo de aprendizaje automático, “machine learning”.
Lo que les permitió poder identificar las áreas donde había más posibilidades de encontrar los fragmentos de rocas espaciales; con una seguridad del 80 %, luego sus resultados fueron publicados en la revista “Science Advances”.
La investigadora Veronica Tollenaar; directora del equipo de estudio como estudiante de doctorado en la Universidad libre de Bruxelles (UBL) y de máster de la Delft University of Technology. Detalló que, por medio de los análisis del equipo; lograron descubrir que las observaciones a través de satélite sobre la temperatura, la cobertura de la superficie, el caudal de hielo y la geometría son excelentes indicadores de la localización de las áreas ricas en meteoritos.
Utilizaron el algoritmo de “machine learning”
Con el algoritmo de “machine learning” se superpone las distintas observaciones de los satélites, y lo más importante es que se logra captar la interacción entre dichas observaciones. Lo que resulta fundamental para poder predecir si existen meteoritos o no.
Tollenaar detalló que la Antártida es un lugar muy remoto y muchas zonas jamás han sido visitadas. También están los informes acerca del éxito de misiones anteriores dedicadas a la recuperación de meteoritos, donde suele existir ambigüedades y son muy poco detallados. Lo que conlleva a que no existan marcadores de buena calidad.
Además, añadió la investigadora que, para enfrentar este problema, el equipo se fundamentó en un campo emergente del algoritmo del “machine learning”, el “positive and unlabeled learning”.
El resultado fue un mapa que puede verse en la dirección web www.wheretocatchafallingstar.science; donde cualquier persona puede explorar de manera virtual la Antártida y llegar a visitar las localizaciones con mayor oportunidad de contener meteoritos.
Según la persona encargada de supervisar el estudio, Harry Zekollari, quien en la actualidad es un investigador postdoctoral en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich. El factor humano desempeña un papel determinante en las expediciones actuales para hallar meteoritos; también dijo Zekollari que, este tipo de misiones son económica y logísticamente casar, y cree que este mapa aumentará las probabilidades de alcanzar el éxito.