Por un llamado de atención a dos hombres que iban tomados de la mano por parte del personal de seguridad de un centro comercial en Caracas, se ha desatado una serie de protestas desde la comunidad LGTBIQ venezolana. El centro comercial donde se dio el incidente emitió un comunicado donde advierte que no permite acciones que atenten contra “la moral y las buenas costumbres”.
Dos hombres tomados de la mano desatan protestas de la comunidad LGTBIQ en Venezuela
Al parecer el asunto ocurrió así: dos hombres iban tomados de la mano por un centro comercial caraqueño, en Venezuela, y al personal de seguridad esto le pareció una acción inapropiada, por lo que les dijeron a los dos hombres que allí eso estaba prohibido.
Como respuesta a la amonestación, un grupo de activistas tomó la decisión de manifestar frente al establecimiento para denunciar lo que consideraron una discriminación por orientación sexual. El desenlace de la protesta fue una gran trifulca y muchas agresiones. El país caribeño todavía está en deuda con el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTBIQ.
El video con las imágenes donde se muestra el incidente entre los dos hombres y los guardias de seguridad fue colgado en las redes sociales con todos los detalles de lo sucedido. Uno de los dos hombres afectados escribió que el personal de seguridad les abordó dos veces mientras estaban en la feria, refiriéndose a ellos como “princesas”. Y que el guardia apelaba a supuestos “protocolos de seguridad” para pedirles que se soltaran de las manos.
El incidente movilizó a decenas de activistas de la comunidad LGTBIQ a llevar a cabo una protesta al día siguiente en una de las sedes de la cadena comercial Sambil de Caracas. Los manifestantes recorrieron el sitio con pancartas y banderas con los colores que representan a la comunidad LGTBIQ, tomados de las manos y dándose besos en público como lo haría cualquier pareja.
Otros dos hombres, una pareja gay, han hecho denuncias ante el Ministerio Público y no son atendidas
La protesta dejó como resultados 9 personas lesionadas. En especial dos hombres: René Ferrer y Daniel Silva, que fueron golpeados en la cabeza y en sus testículos por parte de personas que estaban en el centro comercial Sambil de La Candelaria (Caracas) que se mostraron en contra de la manifestación.
René y Daniel son una pareja que lleva años padeciendo agresiones físicas y verbales, además de humillaciones y hostigamiento por parte de sus vecinos, que siguen impunes a pesar de que la pareja los ha denunciado en varias ocasiones ante el Ministerio Público, pero sus casos nunca han sido atendidos.
Las personas con orientaciones sexuales diferentes a lo heteronormativo constantemente son víctimas de ataques y situaciones humillantes en Venezuela. En este país la Constitución prohíbe la discriminación de cualquier clase y legislaciones municipales han venido adoptando normas para poder defender los derechos de esta parte de la población.
No obstante, “las violencias son sostenidas”, declaró el director del Observatorio de Violencias LGTBIQ+, Yendri Velásquez, quien advirtió que a pesar del incidente ocurrido en el centro comercial Sambil también recibieron muestras de apoyo de la gente que se encontraba allí cuando decenas de personas entraron protestando.
El activista explicó que la gente se está atreviendo a denunciar, a pesar de que la discriminación lleva un metamensaje que infunde miedo. Por tal motivo, los discursos discriminatorios y la profundización de este tipo de prejuicios pueden provocar que las personas transgredan las violencias de un insulto a algo más grave, agregó Velásquez.
Impunidad y homofobia de Estado
En el último informe del Observatorio de Violencias LGTBIQ+ fueron documentados 461 casos de violencias contra esta comunidad, más de la mitad de los casos fueron incidentes y discursos discriminatorios, además de delitos fundamentados en prejuicios por orientación sexual, expresión de género, identidad o diversidad corporal que sucedieron en un contexto de impunidad y homofobia de Estado.
Velásquez también advirtió que más de un tercio de los casos, sucedieron en espacios comerciales y de disfrute y en espacios públicos al aire libre.
Es justificado por la protección de los derechos de los menores
La supuesta protección de los derechos de niños y adolescentes venezolana que siempre es aplicada en esta clase de lugares es una justificación constante para estos incidentes de homofobia contra parejas homosexuales que se hacen gestos de afecto o cariños en público.
Y precisamente el centro comercial Sambil La Candelaria, donde ya se han registrado casos parecidos, se aferra a este argumento. En el comunicado el centro comercial declaró que es un espacio de esparcimiento para familias enteras, dedicado al respeto de todas las diversidades y culturas, siempre que no se atente contra la moral y las buenas costumbres, en especial en proyección de los niños, niñas y adolescentes.
A lo que el director del Observatorio respondió diciendo que al igual que él no aprendió a ser heterosexual por sus padres, un niño tampoco va a ser gay por ver a dos personas del mismo sexo tomadas de la mano o dándose un beso.
La intervención de la iglesia evangélica y la propuesta de ley «familia original creada por Dios«
En los últimos años las tensiones acerca de los derechos de la comunidad LGTBIQ han ido aumentando, mientras el Gobierno estrecha sus vínculos con las iglesias evangélicas en todo el territorio de la nación. Al menos 20 por ciento de los venezolanos son evangélicos, cristianos no católicos.
Representantes de las iglesias evangélicas el año pasado entregaron al Parlamento venezolano una propuesta de ley en defensa de la “familia original creada por Dios” que solo admite parejas de mujer y hombre y solicita la eliminación de la educación sexual integral. Su principal interlocutor es Nicolás Maduro Guerra, quien es diputado e hijo del presidente Nicolás Maduro.
Además, el presidente Maduro ordenó la entrega de bonificaciones especiales a 20.000 pastores evangélicos por medio del Sistema Patria, también la exención de impuestos a sus iglesias y no hace mucho Maduro fue designado “protector de la familia” en un acto religioso con creyentes evangélicos.