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Evacuaciones de turistas en Machu Picchu, protestas, cierres de negocios, huelgas indefinidas. Esta es una vista muy reciente de Machu, el famoso sitio arqueológico del Perú, considerado una de las siete maravillas del mundo. La disputa surgió luego de que el gobierno peruano otorgara a la empresa privada Joinnus la autoridad para vender entradas en el estadio.
No se trata del alquiler de Machu Picchu
Los manifestantes dicen que se trata de una privatización sistemática de la ciudadela inca, y durante cuatro días consecutivos, desde el pasado jueves, operadores turísticos y residentes cerraron sus negocios y prohibieron la entrada en señal de protesta.
La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, afirmó que la huelga fue producto de un pequeño número de personas que intentaban sacar más provecho del patrimonio cultural a través del mercado negro de entradas. Como medida de precaución, se suspendieron los servicios de trenes al parque arqueológico y cientos de turistas fueron evacuados.
Machu Picchu es una de las joyas del turismo peruano, un sector económico vital que atrajo a unos 4,5 millones de visitantes antes de la pandemia de coronavirus en 2020.
¿Qué exigen los manifestantes con la protesta en Machu Picchu?
Los manifestantes exigen la rescisión del contrato con Joinnus y anunciaron la radicalización del paro este domingo, luego de negociaciones infructuosas entre el Ministro de Cultura, el Ministro de Comercio Exterior y Turismo, el alcalde de Machu Picchu y el gobernador regional Werner Salcedo. La mayoría de las protestas fueron contra la ministra Urteaga, acusada de permitir que Joynus vendiera entradas.
Una de las pancartas sostenidas por los manifestantes decía, Ministro de Cultura, no alquile Machu Picchu, alquile su casa. Cuestionaron que, según un comunicado del popular colectivo Machu Picchu, la empresa recibe una comisión del 3,9 % por cada boleto vendido. Urteaga niega que se haya privatizado la venta de entradas, defiende que Machu Picchu es de todos los peruanos y sugiere el establecimiento de una mesa de diálogo para buscar una solución.
Urteaga también dijo que el gobierno no consideraría ajustar el permiso a Joinnus. Carpinteros, por su parte, afirmó que es posible que el Ministerio de Cultura pueda iniciar un nuevo proceso de selección si lo considera oportuno y se niega voluntariamente a aceptar la cuota variable.
El turismo en Machu Picchu viene siendo la principal víctima en este conflicto
Pero los comentarios de los funcionarios no parecieron apaciguar a los manifestantes, que esperan el resultado de la mesa de diálogo del martes 30 de enero. Los manifestantes exigen la rescisión del contrato con Joinus y anunciaron la radicalización del paro este domingo, luego de negociaciones infructuosas entre el representante de la cartera de Cultura, el ministro Werner Salcedo, encargado del Turismo, Comercio Exterior y actualmente alcalde de Machu Picchu. La mayoría de las protestas fueron contra el ministro Urteaga, acusado de permitir que Joinnus vendiera entradas.
El turismo es la principal víctima del desempleo interminable en la zona. Como cientos de turistas no pudieron acceder al sitio ni regresar a sus lugares de origen, las autoridades tuvieron que intervenir y reubicarlos. Varios medios de comunicación publicaron fotografías de turistas completando su recorrido a Machu Picchu a pie bajo la lluvia. Carlos González, presidente de la Cámara de Comercio de Ollantaytambo, estimó en 1.800 el número de turistas que debieron ser evacuados desde otro importante punto de entrada a las ruinas.
Más allá del derecho a la protesta
La Defensoría del Pueblo de Perú afirmó, los manifestantes se negaron a ocupar las vías e insistió en que todas las quejas deben resolverse mediante el diálogo. Añadió que el derecho a protestar no da a los manifestantes la capacidad de impedir la libre circulación o afectar los derechos de otros. La economía local también se vio muy afectada por el cierre.
Roland Llave, decano de la Escuela Superior de Turismo del Cusco, dijo en entrevista con la emisora peruana RPP que la afluencia de viajeros que ofrecen guías, hospitalidad y alojamiento repercute millones de pies en la economía familiar local. El turismo es la principal víctima del desempleo interminable. Como cientos de turistas no pudieron acceder al sitio ni regresar a sus lugares de origen, las autoridades tuvieron que intervenir y reubicarlos.
Tramos de fortaleza cerrados
Varios medios de comunicación publicaron fotografías de turistas completando su recorrido a Machu Picchu a pie bajo la lluvia. Machu Picchu es una de las joyas del patrimonio inca del Perú y una importante atracción turística con miles de visitantes todos los días. Pero el sitio, designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983, ha enfrentado algunos desafíos en los últimos años.
El Ministerio de Cultura, Comercio Exterior, Turismo y Protección del Medio Ambiente afirmó que, a finales de diciembre, el número de visitantes aumentó en 5.600 en días determinados y en 4.500 en días normales.
Machu Picchu ha enfrentado problemas de conservación y sostenibilidad durante décadas debido a la gran cantidad de visitantes. El pasado mes de septiembre, el Ministerio de Cultura anunció que tres tramos de la fortaleza serían cerrados por daños en los elementos de piedra. Antes de eso, estuvo cerrado durante casi un mes debido al bloqueo de protestas antigubernamentales a principios de 2023.