La resaca o también llamada coloquialmente en Latinoamérica como cruda, guayabo o ratón, se manifiesta con intensos dolores de cabeza, náuseas, malestar corporal y cansancio. Tales síntomas tienden a aparecer como consecuencia de haber bebido alcohol o más específicamente por causa de procesos corporales que actúan.
Lo que ocurre es que el alcohol es una sustancia tóxica y al ser ingresada en el organismo humano, este debe ponerse en funcionamiento para convertirlo en sustancias no tóxicas; de manera que pueda ser tolerada por el cuerpo. Este proceso lleva su tiempo, y por ello los síntomas de malestar que genera la resaca pueden durar todo un día o incluso más.
Factores que influyen en la resaca
La duración y la gravedad de la resaca puede variar por diferentes factores, no solo por la graduación y la cantidad de alcohol que se encuentre en el sistema de la persona, sino también por la velocidad con la que el cuerpo es capaz de procesarlo.
La deshidratación, por su parte, es considerada como un elemento clave en la aparición de la resaca, puesto que puede dar lugar a muchos de los síntomas que genera este estado, tales como dolores de cabeza, sensibilidad a la luz y al sonido, fatiga e incluso ansiedad. Así lo explicó el médico consultor en alergias de adultos de The London Clinic, Timothy Watts.
Cualquier persona que ingiera bebidas alcohólicas en exceso es muy probable que experimente estos efectos hasta cierto punto. No obstante, aquellos que presentan intolerancia al alcohol pueden llegar a sufrir síntomas parecidos a la resaca particularmente graves muy a menudo. Esto se debe a un trastorno metabólico genético que hace que el cuerpo metabolice las sustancias del alcohol de forma incorrecta.
Proceso de descomposición del alcohol
Al beber alcohol la enzima presente en nuestro cuerpo llamada alcohol-deshidrogenasa o simplemente ADH, comienza a trabajar descomponiendo la sustancia en un compuesto llamado acetaldehído. La aldehído-deshidrogenasa o ALDH es otra enzima que se encarga de convertir al acetaldehído en ácido acético no tóxico.
A medida que nuestro cuerpo envejece, la presencia de la enzima ALDH se vuelve menor, lo cual hace que nuestra respuesta al ingerir bebidas alcohólicas empeore cuando llegamos a edades avanzadas. Sin embargo, el experto Watts señala que aquellos individuos que manifiesten intolerancia genética poseen una versión mutada de ALDH.
Esta mutación en la enzima conduce a la acumulación de acetaldehído en el cuerpo de la persona y posteriormente da lugar a varios síntomas como el enrojecimiento extenso de la piel, vómitos, dolor de cabeza, fatiga y palpitaciones.
Estudios realizados con anterioridad han arrojado que este es uno de los trastornos hereditarios más comunes, llegando a afectar a 560 millones de personas, que corresponde al 8 % de la población mundial. Las investigaciones también señalaron que la prevalencia más alta se encuentra entre las personas de ascendencia asiática oriental.
Tipos de intolerancia al alcohol
Las personas pueden presentar intolerancia a los químicos que dan sabor y color a las bebidas alcohólicas y no necesariamente al alcohol como tal. Algunos ejemplos que podemos observar en la cotidianidad son la intolerancia a la histamina que se encuentra en el vino tinto o los salicilatos, también presentes en el vino, el ron, la cerveza y el jerez.
Otros individuos son intolerantes a los conservantes del alcohol, conocidos como sulfitos y, al consumirlos les provocan síntomas como congestión nasal, urticaria, dolor de cabeza intenso, malestar estomacal y respiración entrecortada.
Estudios señalan que hasta el 10 % de las personas asmáticas son sensibles a los sulfitos y la variedad con la que tienden a reaccionar puede pasar de leve a potencialmente mortal. Watts afirmó que la dificultad para respirar, así como los síntomas nasales son causados por la liberación del gas de dióxido de azufre que provoca la irritación de las vías respiratorias.
Las personas con esta condición pueden verse afectadas al consumir vino tinto, rosado y blanco, cerveza o sidra, ya que son bebidas alcohólicas con alto contenido de sulfitos y/o histamina. Mientras que algunas variedades de vodka, ginebra y vinos naturales suelen ser bajos en sulfitos. De cualquier manera, los expertos en asma señalan que las personas que padecen de esta condición deben escoger sus bebidas con sumo cuidado.
¿Resaca o alergia al alcohol?
De acuerdo con la asesora médica principal de la organización sin fines de lucro Drinkaware Fiona Sim, una verdadera alergia al alcohol es un evento muy particular que no suele ocurrir con frecuencia. Es mucho más probable que una persona presente reacciones alérgicas a uno de los ingredientes que compone la bebida alcohólica como la cebada o el trigo que el propio alcohol en sí. Otro tipo de alérgeno, es la proteína transportadora de lípidos LTP; la cual se encuentra presente en las verduras, semillas, frutas, cereales y nueces, así como en algunas bebidas alcohólicas.
La reacción alérgica a la LTP tiende a manifestarse entre los 15 y 30 minutos luego de haber ingresado la sustancia al organismo. Presentando síntomas como comezón, hinchazón, dificultad para respirar, problemas digestivos y en casos extremos, anafilaxia.
Las personas que sufren de este tipo de alergia muchas veces se les complica el hecho de saber si una bebida alcohólica contiene ingredientes a los que son intolerantes; pues algunos fabricantes no acostumbran a colocar en la etiqueta del producto una lista de ingredientes o información nutricional.
Por esta razón la asesora Sim aconseja a cualquier individuo que sepa que es alérgico a ciertos elementos (en especial a los granos), a tener en consideración que también pueden estar contenidos en las bebidas alcohólicas.
Este tipo de producto también puede generar reacciones alérgicas a los alimentos si se ingieren ambos al mismo tiempo, puesto que el alcohol puede llegar a interferir con el revestimiento intestinal. Un ejemplo de ello lo podemos ver en una persona con alergia al trigo, ya que solo puede reaccionar luego de haber consumido el alimento seguido de haber bebido alcohol o hacer actividad física. En este caso Watts explica que se trata de una anafilaxia inducida por cofactores dependientes de los alimentos.
¿Cómo actúa el alcohol en los platillos culinarios?
En la gastronomía se suele utilizar el alcohol como ingredientes para recetas tanto saladas como dulces. Esto incluye platillos a base de vino tinto, guisos, postres con licor, entre otros. Entonces, ¿Qué sucede si una persona que es intolerante o alérgica al alcohol come alguno de estos platos? Watts señala que el alcohol y los sulfitos suelen evaporarse durante el proceso de cocción, lo cual hace que el potencial de intolerancia disminuya considerablemente. No obstante, exhorta a los alérgicos a ingredientes presenten en algunas bebidas alcohólicas a evitar la ingesta de comidas que contengan tales bebidas por precaución.
¿Cómo diferenciar una resaca de la intolerancia al alcohol?
El experto Watts afirma que es relativamente sencillo el poder distinguir una resaca de una intolerancia al alcohol. Ya que las resacas usualmente se manifiestan con intensidad la mañana siguiente de una noche en la que se consumió alcohol en exceso. Mientras que la intolerancia genética metabólica sucede rápidamente, generalmente una hora después de haber tomado alcohol.
Sin embargo, diferenciar entre una intolerancia y una alergia puede ser mucho más complicado debido a que los síntomas pueden superponerse. Watts comenta que algunas reacciones alérgicas ocurren casi al instante, pero no todas. Por lo que, si la persona tiene sus dudas sobre lo que le está ocurriendo, lo mejor es acudir a un profesional de la salud y exponer su caso.
Para detectar si una persona es alérgica al alcohol, debe ser sometida a diferentes estudios. Ya sea análisis de sangre especializados para alérgicas, pruebas con comidas o pruebas cutáneas.
Recomendaciones de expertos
La especialista Sim aconseja a aquellas personas que padezcan de algún tipo de intolerancia al alcohol que eviten consumirlo en su totalidad. Pues si bien muchas pueden estar dispuestas a soportar los síntomas como los dolores abdominales leves o el enrojecimiento de la piel solo para seguir tomando con amigos, las consecuencias podrían ser graves.
Si presentas intolerancia genética es muy importante no beber alcohol. De lo contrario estarás contribuyendo a incrementar el riesgo de daños relacionados con dicha sustancia en tus órganos. Lo cual incluye enfermedades hepáticas y algunos tipos de cáncer. Sim enfatiza en que cuando se trata de alergias a algún componente de una bebida alcohólica, no se debe ingerir, ya que estarías poniendo en peligro tu propia vida.