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Los deportes electrónicos, también conocidos como eSports, están de moda. Y no solo de ahora. Lleva más de una década experimentando un crecimiento constante. Lo que comenzó como competiciones informales entre amigos se ha convertido en la actualidad en una industria global multimillonaria.
Según Newzoo, líder en análisis de juegos y eSports, la audiencia global de eSports alcanzó los 532 millones de espectadores en 2022, con un crecimiento anual del 8,7%. En Argentina, el fenómeno no se queda atrás. La Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos de Argentina (DEVA) estima que el país cuenta con más de 19 millones de jugadores activos.
Este auge ha atraído la atención de patrocinadores y empresas de apuestas, como Betsson, que ofrece un codigo promocional betsson para nuevos usuarios interesados en apostar en todo tipo de torneos deportivos de forma online y electrónica. En Argentina, por ejemplo, esta plataforma ofrece bonos especiales de bienvenida para participar tanto en apuestas deportivas como en las de casino con total seguridad.
Popularidad de los torneos de deportes electrónicos
Y es que los torneos de eSports han alcanzado una escala comparable a la de eventos deportivos tradicionales. En ocasiones, incluso, los superan sobradamente. The International, el campeonato mundial de Dota 2, es un ejemplo de ello. En su última edición, ofreció premios por valor de más de 2,4 millones de dólares. Team Liquid, el ganador, se llevó nada menos que 1,12 millones, casi el 50% del premio total.
Una cantidad económica en premios que es posible gracias a las audiencias que generan este tipo de torneos. Al igual que las competiciones deportivas más famosas del mundo, como la Copa Libertadores o la Champions League en Europa, el seguimiento de estos eventos es igualmente impresionante. La final del Campeonato Mundial de League of Legends 2022 atrajo a más de cinco millones de espectadores simultáneos, según datos de Esports Charts.
Comercialización de los deportes electrónicos
Todo ello ha traído consigo la participación de grandes marcas como patrocinadores. En concreto, la comercialización de los eSports, al igual que en los deportes tradicionales como el fútbol, el baloncesto o el tenis, ha sido un factor clave en su crecimiento. Empresas como Intel, Red Bull y Mercedes-Benz patrocinan equipos y torneos, aportando millones de dólares a la industria.
Al mismo tiempo que crece el interés por estos deportes, la oferta de retransmisiones también crece. En concreto, plataformas como Twitch cuentan con acuerdos por los derechos de transmisión. Además, en los últimos años, las cadenas generalistas de Televisión, tanto públicas como privadas, también se están sumando a la retransmisión de este tipo de espectáculos.
Esta mayor presencia de los deportes electrónicos en la sociedad está aumentando la aceptación de los eSports como deporte legítimo. En 2018, por ejemplo, los Juegos Asiáticos incluyeron los eSports como disciplina oficial, marcando un hito. En concreto, un acuerdo entre el Consejo Olímpico de Asia (COA) y Alibaba permitió a los eSports convertirse en disciplina deportiva en Yakarta 2018 y Hangzhou 2022. League of Legends, Pro Evolution Soccer y Clash Royale fueron algunos de los videojuegos escogidos por el organismo para la celebración de estos eventos.
No hay duda de que el deporte, tal y como se ha entendido tradicionalmente, ha cambiado en la era digital que vivimos. Los esports, como hemos visto, ya forman parte de competiciones deportivas internacionales y son millones las personas que por todo el mundo juegan a ellos.Como en los deportes tradicionales, se forman equipos, se entrena y se compite para ganar. Una muestra de que los eSports son algo más que simples videojuegos pensados como pasatiempo. Ahora se ha convertido en una industria global multimillonaria impulsada por una combinación de avances tecnológicos, inversión económica y una base de fans de millones de personas en todo el mundo.