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La segunda semifinal de la Copa CONMEBOL Libertadores no deparó la emoción que si tuvo la primera entre River y Palmeiras. O al menos no en su partido de ida, disputado en el estadio Alberto J. Armando de Buenos Aires, conocido mundialmente como La Bombonera. En tal escenario, Boca Juniors y Santos FC no pasaron del empate a cero. Dejando que todo se defina en la vuelta en suelo brasileño, la próxima semana.
El encuentro en general no dispuso de muchas ocasiones para que alguno de los equipos rompiera la paridad. El planteamiento era claro por parte de ambos bandos. Los locales, basados en un orden en cada línea trataban de hacer daño por las bandas con las subidas de Villa por la izquierda y Salvio por la derecha, con Tevez como una especie de mediapunta y Soldano fungiendo como el 9 de área. Sin embargo, a los ‘Xeneizes’ les costó considerablemente llevar peligro real a la meta que defendía John.
El conjunto que dirige Miguel Ángel Russo, no tuvo la claridad deseada en cuanto a lo grupal, sus aproximaciones se debían más a intentos en solitario de elementos como Villa, en algunos compases del primer tiempo, y una que otra jugada elaborada, pero sin crear ningún tipo de daño serio al rival.
Por su parte, la visita fue a campo contrario con la intención de no recibir goles en contra y así lo consiguió, más allá de no haber podido marcar. El ‘Peixe’ tuvo en el habilidoso volante venezolano Yeferson Soteldo, a uno de sus mejores elementos, durante los 56 minutos de partido que disputó.
La polémica se hizo presente
El finalista de Libertadores se definirá en Brasil
Durante el segundo tiempo, cuando transcurrida el minuto 74 se suscitó una jugada, un posible penal sobre un futbolista del Santos que no se cobró por parte del principal, el chileno Roberto Tobar, que generó polémica en el encuentro.
El momento aconteció cuando el atacante Marinho se internó en el área y fue derribado por el central local Carlos Izquierdoz. El árbitro principal no intervino entendiendo que el contacto existente no era lo suficiente como para cobrar la pena máxima.
Desde el VAR le indicaron al juez que su observación era la correcta, puesto que tampoco lograron apreciar ninguna infracción.
En lo que significó la jugada, Izquierdoz cruzó de forma un tanto brusca al delantero brasileño con su pierna izquierda, sin embargo, los encargados de impartir justicia consideraron que ya el balón no estaba en posesión del futbolista de 30 años.
Con este resultado, el partido queda completamente abierto para la vuelta, en el estadio Vila Belmiro de Sao Paulo. Donde ambos conjuntos esperan sacar diferencias para incluir su nombre en la gran final del torneo.
Los dos cruces de semis de Copa Libertadores han dejado sensaciones completamente opuestas. Por un lado, la contundencia de Palmeiras ante River en suelo argentino, que deja la eliminatoria prácticamente cerrada para la vuelta en Brasil. Y por el otro, la paridad existente entre Boca y Santos, que tendrá su desenlace definitivo el próximo miércoles.