Buscoresi es una plataforma que ayuda a localizar una residencia a aquellos estudiantes que lo necesiten. Se trata de una startup creada por antiguos residentes, por lo que tienen la suficiente experiencia para saber de primera mano de lo que hablan.
Su objetivo es buscar y garantizar la comodidad y calidad en las estadías de todos esos estudiantes que completan su formación lejos de casa
Dos emprendedores españoles están detrás de buscoresi, el primer buscador donde estudiantes tanto nacionales como internacionales encuentran alojamiento de manera cómoda y sencilla.
Su objetivo es el de ayudar a quienes deciden cursas sus estudios lejos de su domicilio y, por tanto, necesitan encontrar una residencia de estudiantes o colegio mayor, por el tiempo necesario que dura su formación.
Origen del proyecto
Los fundadores de esta startup, Víctor (Ingeniero en Telecomunicaciones) y Aitor (Ingeniero Informático), son dos amigos que se conocieron precisamente en su época de estudiantes, cuando coincidieron en la misma residencia.
Un lugar donde quedarse, que les costó horas y horas encontrar. De ese modo, años después, se dieron cuenta de que había una necesidad por cubrir para que otros en su misma situación pudieran encontrar alojamiento para universitarios de forma más fácil y rápida.
Se trata de una plataforma de acompañamiento al estudiante para encontrar un alojamiento en el que estén bien atendidos. Es por ese motivo por el que solo trabajan con residencias o colegios mayores. La razón fundamental de ser tan exigentes es que la mayoría ha vivido hasta ese momento con sus padres, entonces necesita un entorno seguro, en el que no se pierda y se cometan posibles errores.
En estos alojamientos las necesidades básicas están cubiertas: se va a estar bien atendido, va a haber gente alrededor de la misma edad e incluso en alguno hay servicio de comidas, por lo que las preocupaciones serán algo menores.
Lo que les impulsó a ese proyecto fue que para ellos encontrar residencia en su época de estudiantes no fue nada fácil. No existía nada similar al buscador que ellos han creado para residencias de estudiantes, por lo que todo el proceso fue muy laborioso. Los procesos de búsqueda y reserva no estaban digitalizados, había que firmar contratos en papel, enviarlos por email, hacer uso de transferencias bancarias…
No es normal que algo así suceda en plena era digital en la que la mayoría de procesos se pueden hacer en un par de clics y eso es lo que les llevó a pensar, años más tarde, que su idea de crear un buscador de residencias podría tener una buena acogida y convertirse en una forma de vida. De ese modo, Aitor y Víctor deciden crear la herramienta que cubriera esta necesidad y de ahí nació el proyecto buscoresi.
La startup cerró una ronda de inversión de 340.000 euros
La financiación es parte esencial de cualquier proyecto que empieza y, a finales del mes de mayo, Buscoresi cerró una ronda de inversión de 340.000 euros en la que han participado 19 inversores. Esa inyección económica será destinada a consolidar el posicionamiento de la startup barcelonesa por todo el territorio nacional.
Aunque en un principio sus fundadores tomaban a Buscoresi como un proyecto, sin miedo al fracaso, ahora la responsabilidad es mucho mayor. El proyecto es una realidad que ha sido respaldada por los inversores y la tensión ha ido en aumento, ahora sí se siente que debe salir bien, que hay gente detrás respaldándoles.
Dificultades y soluciones
Mientras que en los comienzos las dificultades eran conseguir los contratos con las residencias, ahora la dificultad reside en la gestión interna a medida que van llegando las reservas. En ese sentido, cada reserva de cada estudiante es un mundo, hay que estudiarlas bien porque son diez meses en la vida de un joven que ha tomado la decisión de habitar otro lugar completamente diferente a lo que conoce y está acostumbrado, por lo que hay que brindarle una buena experiencia.
Por este motivo, mientras que el proyecto Buscoresi comenzó con dos personas, Aitor y Víctor, ahora ya son cinco, pues se encuentran en plena etapa de crecimiento y es hora de asentar los procesos y el funcionamiento de la compañía. Esta es la parte más complicada, saber gestionar la idea que tenían en mente y para la que han conseguido sacar la inversión adelante.
No obstante, a pesar de las dificultades de ser autónomo, a pesar de la presión que carga ahora sobre sus hombros, ambos afirman que la satisfacción por ver hecho realidad un sueño propio no tiene precio y no lo cambian por una nómina fija a final de mes.