¿Cómo enfrentas las situaciones adversas en tu vida? ¿Dónde andan tus pensamientos en el pasado o en el futuro? ¿Qué haces para intentar llevar con más tranquilidad tu vida?. Si la respuesta a todas estas preguntas fue un “no lo sé”, te presento los beneficios de la meditación en tu vida diaria. Seguramente estés pensando que eso de la meditación es solo para hippies pero nada más lejos de la realidad. Cualquiera puede meditar y si lo intentas poco a poco podrás ver sus frutos.
¿Por qué meditar?
En la actualidad, la mayoría de nosotros vive siguiendo de forma ciega nuestros más primitivos sistemas de acción y recompensa cerebrales. Llevamos nuestra vida en automático, de la casa al trabajo y viceversa, alegrándonos por tener un poco de tiempo libre que desperdiciar con el móvil. Si no controlas a tu mente, ella te controlara a ti, y quizá en ese momento solo quieras estar frente a una pantalla durante horas y horas mientras la vida entera pasa a tu alrededor. ¿No quieres eso para tu vida? Entonces ¿por qué lo haces?.
La mente mantiene nuestra atención rota y dispersa por un ecosistema digital cada vez más hostil para el libre albedrio. ¿Qué hacer para evitar caer en la monotonía? La respuesta es simple, nada, no hacer nada por 10 minutos al día, 7 días a la semana, eso es meditar.
Beneficios físicos y mentales de la meditación
Los beneficios de la meditación son extremadamente variados y su práctica nos puede ayudar en numerosas ocasiones. Según estudios meditar nos ayuda a relajarnos y así mantener una respuesta más positiva cuando las cosas no salen como deseamos. A través de la meditación puedes, mejorar la atención, reducir la ansiedad, dormir mejor, volverte mas empático, menos impulsivo y menos solitario. Meditar se trata de soltar y dejar ir la mente, de lograr tranquilidad.
Pero ¿qué efecto tienen esos minutos de silencio en el cerebro?, varios estudios revelan que la amígdala, un conjunto de neuronas en el cerebro que controlan las emociones y sentimientos, se altera en las personas que meditan y eso las ayuda a calmarse.
Afectando las cantidades de neurotransmisores segregados, la meditación puede mejorar la capacidad de memorización, de aprendizaje, de creatividad y razonamiento. A nivel físico la práctica regular de meditación contribuye a reducir la frecuencia respiratoria y la presión arterial, así como el consumo de oxígeno. Ayuda al tratamiento de dolor crónico, mejora tu vida sexual, ralentiza enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, entre muchos otros beneficios.
Sin embargo, la meditación no es un medio para alcanzar un fin, todas estas son solo muy buenas consecuencias pero el verdadero fin es la meditación misma. Me explico, si meditas para alcanzar beneficios y poco después no te sientes como un dios te vas a decepcionar y lo vas a dejar. Olvídate de sus beneficios, meditamos solo para meditar, sin esperar nada a cambio, lo que viene con la meditación vendrá cuando lo dejes de buscar.
¿Cómo y dónde realizar una buena meditación?
Simplemente elije un lugar tranquilo en tu casa, siéntate de forma cómoda con la espalda recta, concéntrate en tu respiración. Ese es solo el comienzo, de ahí en adelante vas a empezar a tomar percepción de ti mismo, pero todo a su debido tiempo. Puedes practicar la meditación a cualquier hora del día, sentarte, respirar y relajarte algunos minutos te ayudará a crear un equilibrio.
Ten en cuenta que meditar no es fácil, se necesita ser persistente para lograr llevar una vida mejor. Tanto así que el budismo al acto de meditar se le llamaba “babana”, que significa “sembrar”. Esta es una analogía para que los principiantes entendieran la paciencia y la dedicación con la que se debe atender el cultivo de la mente.