Calzado para niños: todo lo que debes saber para comprar zapatos

Los pies de los niños crecen aproximadamente entre 7 milímetros cada tres meses. Por lo tanto, es normal que cambien de talla varias veces a lo largo de un año. El calzado infantil debe responder a las necesidades de cada etapa de desarrollo y respetar la biomecánica del pie.

¿A qué edad un niño debe comenzar a usar zapatos?

Los pediatras indican que los primeros meses de vida es necesario que los bebés permanezcan descalzos porque esto favorece su desarrollo sensorial. Si bien no hay una edad exacta en la que el niño deba empezar a utilizar calzado, a partir de los 18 meses puede utilizar zapatos de suela fina con velcro para dar sus primeros pasos.

Desde los cuatro años aproximadamente pueden utilizar suelas un poco más altas y modelos con cordones, pero la finalidad de los zapatos continúa siendo exclusivamente la de abrigar los pies. Finalmente, alrededor de los 7 años los niños comienzan a realizar una marcha más adulta y necesitan sujeción en el talón.

¿Dónde se puede comprar calzado de niños?

Todas las tiendas de calzado cuentan con un apartado destinado a los niños, pero suelen tener un número muy reducido de modelos disponibles. Es mejor visitar una zapatería juvenil que cuente con una oferta más amplia.

¿Qué hay que tener en cuenta al comprar calzado para niños?

El calzado tiene que acompañar el crecimiento natural del pie. Jamás se deben comprar zapatos más grandes que el pie del niño con la esperanza de que duren más tiempo porque pueden ocasionar que se tropiece, caiga al suelo o adopte una postura incorrecta para poder caminar.

Largo

Los zapatos deben ser entre medio centímetro y un centímetro más largos que el pie. Es importante resaltar que esta medida no siempre se toma desde el pulgar, sino que la referencia tiene que ser el dedo más largo del niño. Este espacio libre se verifica presionando la punta del calzado.

Ancho

La parte delantera de los zapatos debe ser lo suficientemente ancha como para que los dedos se muevan libremente dentro de ellos. Se deben seleccionar modelos de punta cuadrada o redondeada.

Suelas

Las suelas del calzado deben ser ligeras, flexibles y planas, al igual que las plantillas que se coloquen dentro. Se recomienda que las suelas sean de goma, ya que es un material antideslizante y aislante. Adicionalmente, son resistentes al desgaste y amortiguan el caminar.

Material

Los zapatos deben estar fabricados con fibras naturales, al igual que las medias. Estos tejidos permiten que el pie transpire y evitan la producción de malos olores. Para el invierno se recomienda el calzado de piel.

Agarre

El calzado tiene que contar con un sistema de agarre al pie. De esta forma el niño no deberá realizar presión para que no se le salga al caminar. Los sistemas más beneficiosos para el andar del niño son el velcro y los cordones.

¿Cómo y cuándo se debe probar el calzado?

La prueba debe realizarse con medias de algodón y siempre en ambos pies, ya que uno es ligeramente más grande que el otro. La medición se realiza con el niño de pie. Es aconsejable realizar la prueba de calzado por la tarde, ya que el pie se hincha con el correr de las horas.

¿Cuántos pares de zapatos son necesarios?

El calzado debe secarse por completo entre un uso y el siguiente para que no se formen hongos en su interior. Por lo tanto, es recomendable que el niño posea al menos dos pares de zapatos y los utilice de forma intercalada. En el momento que el calzado no esté en uso se le debe retirar la plantilla y poner en un lugar donde circule el aire.

¿Los niños pueden usar zapatos de segunda mano?

El calzado sufre modificaciones propias del uso y cada niño lo va moldeando a su medida al caminar. Si bien es habitual que los pequeños hereden muchas cosas de sus hermanos y primos mayores, no es correcto que los niños usen zapatos de segunda mano, ya que esto puede ser perjudicial para su salud.

¿Los niños deben usar botas?

Se ha instalado en la sociedad la creencia de que los niños necesitan utilizar calzado alto que les asegure una sujeción total de sus tobillos. Esta idea es un mito que no guarda relación con la opinión de los profesionales.

Los niños deben utilizar zapatos que les permitan mover libremente sus articulaciones, por lo que las botas no son recomendadas. El contra fuerte del calzado tiene que quedar por debajo de los huesos laterales del tobillo. Solo deben usar botas abrigadas y flexibles para proteger sus pies en climas extremadamente fríos, y botas plásticas en caso de lluvia.

¿La estética importa?

La apariencia del calzado es algo totalmente secundario. No es posible seleccionar un par de zapatos exclusivamente por su diseño. A medida que el niño crece, puede elegir el modelo que le resulte más atractivo, siempre que se adapte a sus necesidades.

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