Gran parte de las personas que empiezan a hacer ejercicio es para mejorar su salud, pero casi siempre principalmente para perder grasa y peso. Y muchos, por no decir la mayoría se llevan una ingrata sorpresa. Luego de una o dos semanas de dieta y ejercicio, en contra de todo lo que creían, han seguido ganando peso. Entonces ¿qué es lo que está pasando para que esto suceda? Quédate, pues te explicaremos dos razones que podrían causarlo.
Aspectos fisiológicos que debes tener en cuenta cuando empieces a hacer ejercicio
Aunque hay muchísimos a tomar en cuenta, hablaremos del almacenamiento de glucógeno y el aumento de los transportadores de glucosa. Cuando estamos comenzando a hacer ejercicio, aumenta la expresión de las proteínas transportadoras de glucosa, llamadas GLUT4 (glucose transporter type 4). Todo esto causado por el estimulo que genera el musculo al contraerse cuando haces ejercicio.
Las proteínas antes mencionadas son las encargadas de aumentar el movimiento de glucosa a tejidos específicos como un músculo por ejemplo. Este mayor flujo de glucosa a través del tejido aumenta la transformación de esta en una sustancia llamada glucógeno, que se almacena en el musculo. De esta forma, el ejercicio provocará un incremento en los niveles de glucógeno almacenado por encima de los regulares. Por supuesto que este incremento supone una pequeña subida de peso corporal.
Por ejemplo una persona que pesa unos 70 Kg puede llegar a almacenar aproximadamente 500 gr de glucógeno, tanto muscular como hepático. Además, por la reacción química que se lleva a cabo para la transformación de la glucosa en glucógeno, cada gramo de glucógeno necesita de 2 a 3 gramos de agua para ser almacenado. Teniendo esto en cuenta, todo esto podría incrementar entre un kilo y un kilo y medio el peso corporal.
No te alteres, que sin duda esta es una buena noticia, pues estamos hablando de productos de glucosa y agua intramuscular, no de grasas. Esto hace que veas números más altos en la báscula pero con un porcentaje de grasa corporal disminuido.
Ojo con las calorias que consumes
Muchos empiezan a realizar ejercicio físico y a cuidar la alimentación sin embargo no tienen en cuéntala la cantidad de calorías que ingieren. Sabemos que dar pasos pequeños en cuanto a la alimentación al final te llevara a un enorme logro y así debe ser el proceso, progresivo. Sin embargo, que si te paralizas en este punto sin tener una estimación real de cuanto comes realmente, jamás vas a bajar de peso.
Debes tener muy en cuenta que para perder grasa y peso es fundamental un déficit calórico en la dieta. En otras palabras, debes comer menos de lo que tu organismo gasta o gastar más de lo que comes. No debes estar pegado a una app o un especialista controlando calorías, pero debes tener una estimación de la cantidad de comida que ingieres. ¿Qué puedes hacer?, fácil, debes aumentar el gasto de calorías de tu organismo o disminuir tu consumo de calorías, probablemente ambas.