Acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán: después de casi cuatro décadas de conflicto, Armenia y Azerbaiyán han alcanzado un acuerdo de paz histórico destinado a poner fin a las hostilidades en la disputada región de Nagorno-Karabaj. Este avance representa un paso significativo hacia la estabilidad en el Cáucaso Sur y la normalización de las relaciones entre ambos países.
Azerbaiyán es un estado de la región del Cáucaso, entre Asia y Europa. Tiene costa sobre el mar Caspio y limita con Rusia, Armenia, Georgia e Irán.
Su vecina Armenia es otro estado de la región del Cáucaso sin salida al mar, con una rica historia y patrimonio cultural y en proceso de democratización. Además de Azerbaiyán, limita con Turquía, Irán y Georgia.
Un conflicto prolongado por la región de Nagorno Karabaj
El enfrentamiento entre Armenia y Azerbaiyán se remonta a finales de la década de 1980, cuando Nagorno-Karabaj, una región montañosa dentro de Azerbaiyán pero habitada mayoritariamente por armenios, declaró su independencia con el apoyo de Armenia.
Esta declaración desencadenó la primera guerra de Karabaj (1988-1994), que resultó en aproximadamente 30,000 muertes y más de un millón de desplazados, principalmente azeríes. A pesar de un alto el fuego en 1994, las tensiones persistieron, llevando a una segunda guerra en 2020, donde Azerbaiyán recuperó gran parte del territorio perdido. En 2023, una ofensiva azerbaiyana culminó con la recuperación total de Nagorno-Karabaj y el éxodo de más de 100,000 armenios hacia Armenia.
Detalles del acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán
Tras meses de negociaciones, ambos países han acordado los términos de un tratado de paz que incluye:
- Reconocimiento mutuo de integridad territorial: Armenia y Azerbaiyán se comprometen a respetar las fronteras reconocidas internacionalmente, renunciando a cualquier reivindicación territorial futura.
- Establecimiento de relaciones diplomáticas y reapertura de fronteras: El acuerdo allana el camino para la normalización de relaciones diplomáticas y la reapertura de fronteras, facilitando el tránsito y el comercio entre ambas naciones.
- Retiro de fuerzas extranjeras de las fronteras: Ambos países han acordado no desplegar fuerzas de terceros países en sus fronteras tras la firma del acuerdo, lo que implica la retirada de tropas extranjeras y misiones de monitoreo actuales.
Desafíos pendientes
A pesar del avance significativo, persisten desafíos que requieren atención:
- Reformas constitucionales en Armenia: Azerbaiyán ha solicitado que Armenia enmiende su constitución para eliminar cualquier referencia que pueda interpretarse como una reclamación territorial sobre Azerbaiyán. Aunque Armenia ha mostrado disposición para realizar estos cambios, el proceso podría implicar un referéndum, cuyo calendario aún no se ha definido.
- Cuestiones humanitarias: La situación de los prisioneros de guerra sigue siendo un tema sensible. Al menos 23 armenios permanecen detenidos en Azerbaiyán y su liberación es una demanda crucial por parte de Armenia.
- Normalización con Turquía: El acuerdo de paz también podría influir en las relaciones entre Armenia y Turquía, que han estado tensas desde los eventos de 1915. Se están llevando a cabo discusiones para reabrir fronteras y facilitar los viajes entre ambos países, lo que indica una posible normalización en el horizonte.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha acogido con beneplácito el acuerdo. La Unión Europea y Estados Unidos han elogiado el avance como un paso decisivo hacia la paz y la estabilidad en la región del Cáucaso Sur. Además, Rusia, que ha desempeñado un papel de mediador en el pasado, también ha mostrado su apoyo al proceso de paz en curso.
Este acuerdo histórico ofrece una oportunidad para que Armenia y Azerbaiyán superen décadas de enemistad y construyan un futuro de cooperación y coexistencia pacífica. La implementación efectiva de los términos acordados será crucial para garantizar una paz duradera en la región.
