Expresidente de Perú Pedro Castillo inicia huelga de hambre en prisión

El expresidente de Perú, Pedro Castillo, ha iniciado una huelga de hambre en el penal de Barbadillo, donde permanece detenido desde diciembre de 2022. La medida busca denunciar lo que él considera injusticias en el proceso judicial que enfrenta por los delitos de rebelión y conspiración.

Inicio de la huelga de hambre

El expresidente de Perú Pedro Castillo anunció su decisión de iniciar la huelga de hambre el 10 de marzo de 2025. A través de un comunicado difundido por sus abogados y seguidores, el exmandatario expresó que esta acción es una protesta contra la «persecución política» en su contra. Además, denunció presuntas irregularidades en su juicio y afirmó que no ha cometido ningún delito.

La defensa de Castillo ha manifestado que su cliente se encuentra en una situación de «indefensión» y que el proceso judicial en su contra está viciado. Sin embargo, las autoridades peruanas han asegurado que el juicio se desarrolla con total apego a la ley y que Castillo está recibiendo todas las garantías procesales.

Contexto del juicio contra Pedro Castillo

El juicio contra el exmandatario comenzó el 4 de marzo de 2025. La Fiscalía ha solicitado una pena de 34 años de prisión por los delitos de rebelión, abuso de autoridad y grave perturbación del orden público. Estas acusaciones están relacionadas con su intento fallido de disolver el Congreso y gobernar por decreto en diciembre de 2022, lo que derivó en su destitución y arresto.

Durante las audiencias iniciales, Castillo ha rechazado los cargos en su contra y ha denunciado que el proceso es «una farsa». Además, ha intentado abandonar la sala en varias ocasiones en señal de protesta, lo que ha generado controversia en la opinión pública y en los medios de comunicación.

Reacciones y posibles consecuencias

La huelga de hambre de Pedro Castillo ha generado reacciones divididas en Perú. Sus seguidores consideran que es una medida justa para evidenciar la «persecución» en su contra, mientras que sus opositores la ven como una estrategia para victimizarse y retrasar el proceso judicial.

Las autoridades penitenciarias han informado que monitorean su estado de salud y que se tomarán medidas en caso de que su situación se deteriore. Mientras tanto, el juicio sigue su curso y se espera que en las próximas semanas se presenten nuevos testimonios y pruebas que definan el futuro judicial del exmandatario. La comunidad nacional e internacional permanece atenta a los acontecimientos y a las implicaciones que este caso pueda tener en la política y la justicia peruanas.

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