Vivir solo y comer bien ¿Es una utopía? Derribemos los mitos. ¿Porqué pensamos que la soledad es sinónimo de malos hábitos alimenticios? A veces el cansancio del día, la falta de ganas y tiempo de cocinar e incluso la desmotivación de cocinar solo para uno, pueden jugar en contra. Esto puede llevar al consumo habitual de productos industrializados o preparados como snacks, galletitas y poco o nada de verduras y frutas.
Pero comer solo no significa comer mal. Cocinar sólo para uno puede tener sus ventajas. Uno puede darse gustos que cocinando para varios pueden resultar caros, pero para uno solo no hacen diferencia. Un mejor corte de carne, probar un salmón, tomates cherry, paltas, etc. Por otro lado, vivir solo tampoco implica comer siempre solo. Invitar amigos o familiares es siempre un buen estímulo para cocinar algo rico y probar esa receta que queremos y difícilmente elaboremos para uno solo.
Previsión y freezer: los grandes aliados
Un factor clave para comenzar a organizarse es la previsión. Aprovisionarse es fundamental para tener los ingredientes necesarios a la hora de cocinar. Aprovisionarse es prevenir. Implica comer lo que tengo y no tentarse con el delivery.
Los ingredientes que no pueden faltar nunca en su cocina son el ajo, la cebolla, la zanahoria, el tomate y el morrón. Se pueden utilizar en salsas, guisos o salteados con pollos y carne. La cebolla de verdeo, el puerro y la albahaca duran bastante y realzan las comidas. La base «anti delivery» se completa con un paquete de arroz y uno de fideos. Infaltables para no tentarnos a buscar los imanes de la heladera. Esta previsión te ayudará a crear e improvisar en tus comidas pero con buenos alimentos.
Sin dudas, además de la provisión, el freezer es un gran aliado cuando vivimos solos. Cocinar una sopa por ejemplo y guardarla en porciones separadas te asegurará tener un plato caliente cuando llegues exhausto a tu casa. El freezer es ideal para no comer siempre lo mismo. Tenerlo equipado con variedad de comidas hará que no te tientes con pedir por teléfono una pizza o unas empanadas.
El freezer te da la opción de cocinar ese día que tienes ganas y guardar comida casera y rica, con menos grasas, sal y calorías. El día que cocinamos, podemos hacer más porciones para guardar. También es muy útil para guardar la comida que sobró. Y no sólo se pueden congelar comidas preparadas. Se pueden conservar bollos para pizza, algunas verduras y salsa de tomates.
Por ultimo, para que el freezer funcione como un aliado saludable, es importante controlar el stock de comidas, es decir qué hay, cuánta cantidad, hace cuánto está congelado, etc. Y por supuesto seguir las reglas de un buen descongelamiento, básico para comer productos en buen estado y de calidad.
Espero que nuestros consejos hayan sido de tu ayuda. Vivir solo no implica comer mal. Sólo es cuestión de organizarse.