Los bombardeos del ejército ruso sobre la planta química Azot en la localidad de Sievierodonetsk, en el este de Ucrania; provocaron un fuerte incendio el sábado tras una fuga de petróleo. Así lo informó el gobernador de la región, mientras continúa la batalla por la ciudad ucraniana.
Rusia busca apoderarse de Sievierodonetsk a través de una de las batallas más sangrientas
El intento de Moscú de apoderarse de Sievierodonetsk se ha convertido en una de las batallas más terribles desde que inició la invasión a Ucrania el pasado 24 de febrero; sin que aún ninguno de los dos bandos haya podido dar un golpe de gracia, en las semanas que lleva la lucha en esta localidad que ha pulverizado partes de la ciudad.
Por su parte, Serhiy Gaidai, gobernador de la provincia de Luhansk; no informó acerca de si se había podido extinguir el incendio en la planta química Azot, lugar que sirve de refugio a cientos de civiles. Mientras que los medios no pudieron verificar de manera independiente el informe.
La planta química Azot todavía está bajo el control de Ucrania
El gobernador Gaidai, informó por medio de la televisión nacional que, los combates se encontraban en pleno apogeo en Sievierodonetsk; la cual es una pequeña ciudad en la provincia de Lugansk que se ha convertido en el epicentro del avance de las tropas rusas en el este de Ucrania.
Más temprano el sábado, Gaidai había dicho que el ejército ruso controlaba la mayor parte de la ciudad, pero que Ucrania tenía el control de la planta química Azot.
El país invadido le ha pedido a Occidente entregas más rápidas de armas pesadas para poder cambiar el rumbo de la guerra; alegando que las tropas rusas cuentan con al menos diez veces más piezas de artillería que las fuerzas ucranianas.
Sin embargo, e incluso cuando Ucrania está superada en armas, su ejército ha demostrado ser más resistente de lo que se esperaba en las primeras fases de esta guerra.
El mensaje desafiante del presidente Volodymyr Zelenskiy
El sábado el presidente de Ucrania lanzó una nota desafiante. Zelenskiy dijo en una conferencia en Singapur por medio de un enlace de video que; definitivamente ellos van a prevalecer en esta guerra que Rusia ha comenzado. Y que es en los campos de batalla de su país donde se deciden las reglas futuras de este mundo.
Luego de que Moscú se vio obligado a reducir sus objetivos iniciales de campaña más ambiciosos, Rusia ha recurrido a extender el control sobre el este de Ucrania; donde ya los separatistas prorrusos tenían una franja de territorio controlado desde el 2014.
Donbas, es la región oriental de Ucrania que está conformada por las provincias de Lugansk, lugar donde se encuentra Sievierodonetsk, y Donetsk.
Este sábado los ataques de las tropas rusas cortaron el suministro de electricidad en Sloviansk y Kramatorsk, las dos ciudades más grandes de Donetsk que están controladas por las fuerzas ucranianas; informó el gobernador regional Pavlo Kyrylenko por medio de la aplicación Telegram.
Más tarde hablando en la televisión nacional, Kyrylenko dijo que la medida formaba parte de una estrategia deliberada para cortar la energía eléctrica en ambas ciudades de Donetsk que aún permanecen bajo el control de Ucrania. Y agregó que, el enemigo sabe en qué lugar está golpeando y con qué propósito lo hace.
Una guerra entre dos de los mayores productores de cereales del mundo
La guerra entre Rusia y Ucrania, dos de los mayores exportadores de cereales en todo el mundo, viene repercutiendo mucho más allá de sus fronteras.
Zelenskiy dijo a la Conferencia Shangri-La Dialogue desarrollada en Singapur que, si por causa de los bloqueos rusos Ucrania no puede exportar sus productos alimenticios, que tanto hacen falta en los mercados mundiales; el planeta enfrentará una crisis alimentaria severa y aguda y hambruna, una hambruna en muchas naciones de África y de Asia.
Por otro lado, la ONU dijo el pasado viernes que, hasta diecinueve millones de personas más en el planeta podrían sufrir hambre crónica el próximo año; ocasionado por la reducción de las exportaciones de trigo y de otros alimentos.
Mientras que este sábado el viceministro de agricultura de Ucrania, informó que es posible que se hayan almacenado cerca de trescientas mil toneladas de grano en instalaciones en el puerto de Mykolaiv, en el Mar Negro; que, según Kyiv, fueron destruidas por los bombardeos del ejército ruso durante el fin de semana pasado.
Por parte de Turquía se ha tratado de asegurar un convenio para que Ucrania pueda retomar los envíos desde sus puertos del Mar Negro; los cuales representaban cerca del 98 % de sus exportaciones de semillas oleaginosas y cereales antes de que iniciara la guerra.
Sin embargo, Rusia ha dicho que Kyiv debe limpiar los puertos de minas; a lo que Ucrania ha respondido diciendo que necesita garantías de seguridad para que no quede expuesta. El gobierno ucraniano ha pedido insistentemente más armas a Occidente y una alineación más estrecha con las naciones occidentales.
La destrucción de la planta química de Azot recuerda a la toma de Mariupol
Este viernes, el instituto para el Estudio de la Guerra, por medio de un informe dijo que; a medida que las fuerzas de Ucrania usen sus últimas existencias de sistemas de armas y de municiones de la era soviética; van a requerir un apoyo de Occidente para hacer la transición hasta nuevas cadenas de suministro de sistemas de artillería y municiones clave.
Y agregó el instituto que, la artillería efectiva cada vez será más determinante en los combates generalmente estáticos en el este de Ucrania.
La batalla por la ciudad de Sievierodonetsk y la destrucción de la planta química Azot, recuerdan las semanas de bombardeos sobre la localidad de Mariupol. La cual quedó reducida a ruinas antes de que las tropas rusas controlaran esa ciudad el mes pasado; y los últimos defensores ucranianos se rindieron desde su reducto en las instalaciones de la planta siderúrgica de Azovstal.
Rusia ha negado haber atacado a la población civil, aunque ambos bandos dicen que han infligido bajas masivas en las tropas del otro.
Moscú llama a sus ataques una “operación militar especial” para lograr el desarme y “desnazificar” a Ucrania; mientras que Ucrania y sus aliados lo denominan una guerra de agresión no provocada, en la que Rusia solo busca capturar territorio.