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De acuerdo con las investigaciones, solo una minoría de chicas selecciona carreras STEM; debido a que ellas tienen una percepción baja de sus capacidades. Pero ha surgido un método que busca motivarlas y enseñarles de una forma diferente las matemáticas, se trata del método “Ingenias”.
La brecha de género en el matriculado de carreras STEM en España es enorme
Aunque las chicas fueron mayoría entre el matriculado universitario, durante el 2021; las mujeres en España representaron únicamente el 29 % del alumnado inscrito en algunas carreras STEM, como son ingeniería, industria y construcción. Mientras que en informática el registro de chicas no llega al 14 %.
La brecha de género llama mucho la atención, en especial en una sociedad cada vez más digitalizada y donde, esta clase de profesiones, van a representar las principales demandas. Varias investigaciones internacionales demuestran que las adolescentes tienden a confiar menos que los chicos en sus capacidades. Esto pudiera ser la razón del por qué no se atreven a estudiar carreras más técnicas (STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
A la profesora Paula Nieto jamás se le dieron bien las matemáticas, por lo menos tal y como se las explicaban en el colegio. Muy a pesar de ello, y sin atender las recomendaciones de su entorno, Paula decidió matricularse para estudiar ingeniería electrónica. En la actualidad ha desarrollado el “Método Ingenias”, con el que logra explicarles a sus alumnas las mates de una forma más cercana y motivándolas para que confíen más en sus habilidades.
Consideran las carreras STEM demasiado difícil
Ya después cuando había comenzado el bachillerato tecnológico, Paula empezó a notar que el número de compañeras que se había inscrito con ella comenzó a menguar. Muchas de sus amigas no se mostraban convencidas de escoger esa rama debido a que la consideraban demasiado difícil.
En ese momento Paula pensaba, “con lo brillantes que son, ¿cómo piensan que no pueden?”.
En el país ibérico, las mujeres se titulan más que los hombres en Educación Secundaria y Bachillerato. Sin embargo, ellas prefieren matricularse en la rama de la Artes, con 70,2 %; Humanidades, con 63,6 % y Ciencias Sociales, con un 55,33 %, antes que, en carreras de Ciencias puras, donde solo se registra el 47,3 %. Y solo una de cada 4 inscritos en Ingenierías son mujeres.
Por su parte, en los países de la OCDE, las chicas confían poco en sus habilidades. Únicamente el 14 % de las que más destacan en matemáticas y ciencias consideran que pueden llegar a trabajar en una carrera vinculada con estas materias. Aunque cada vez existen más iniciativas para parar esta situación.
Paula jamás fue destacada en matemáticas, tenía una nota promedio de un 6, aunque le apasionaba descubrir qué había detrás de las computadoras. Escogió estudiar una ingeniería electrónica.
Mientras duró su carrera y en el momento en que trabajó en Alemania, Paula notó que la masculinización de ese sector era totalmente extrema. A lo que se refirió diciendo que, “a los compañeros les sorprende, no les cuadra que una mujer esté allí. Todo el tiempo te están poniendo en tela de juicio”. Y explicó que constantemente se le interrumpía y cosificaba. La estrategia de Paula para hacerse un hueco en ese mundillo fue pasar totalmente inadvertida.
A pesar de obtener resultados similares, ellas se sienten menos capaces
Cuando Paula regresó a España, esta ingeniera quiso comprender el por qué estás profesiones atraen menos a las chicas que a los chicos. En el desarrollo de sus estudios avanzados en género, halló que las mujeres tienen una autopercepción más baja de sus destrezas con materias como las mate. Y explicó que, “aunque ellos y ellas tienen similares resultados, las chicas se ven menos capaces”.
La ingeniera electrónica no tuvo la menor duda en el momento de intentar poner su granito de arena para ayudar a revertir esta situación. Y para lo cual puso en marcha un sistema de clases de apoyo en mate con un enfoque diferente e innovador. Que va desde el refuerzo positivo y la motivación. Paula lo denomina “El Método Ingenias”.
Además, explicó que, el método acerca las matemáticas a la vida cotidiana de las alumnas y les muestra el impacto que tiene la materia en el entorno social, humanístico, de la medicina y del medioambiente.
También Ingenias evita los tecnicismos y les huye a los enunciados estereotipados. En el método se compaginan las lecciones con sesiones de crecimiento personal, donde las chicas desmontan mitos, trabajan su autoestima y resaltan proyectos de mujeres que han contribuidos a mejorar la sociedad.
En la actualidad el programa se enfoca en jóvenes desde primero de la E.S.O. hasta segundo de Bachillerato. Sin embargo, ante la alta demanda de padres y madres, también le están dando cursos para que niñas más pequeñas crezcan relacionadas al mundo de la ciencia y la tecnología.
También se atiende a mujeres adultas que desean mejorar sus habilidades tecnológicas
Desde este método también se están formando a mujeres adultas que desean mejorar sus habilidades tecnológicas. Y brindan ciclos formativos para el profesorado que desea impartir sus clases desde un enfoque de género. Todos ellos cuentan con modalidad presencial y en línea.
Las expectativas, los prejuicios y las normas sociales limitan las materias que eligen estudiar las mujeres. Esta es la conclusión a la que ha llegado la UNESCO para poder explicar el por qué las mujeres son minoría en las disciplinas STEM.
Parece estar claro que estas carreras son las que están orientadas hacia las profesiones del futuro. Situación esta que asegura la continuidad de las desigualdades por motivo de sexo dentro del ámbito laboral.
En estos momentos el mercado de trabajo se encuentra completamente segregado por sexo y las chicas están en los sectores más precarizados, explicó Paula. Y concluyó que la incorporación de las mujeres a estos sectores que serán los más demandados y, con toda seguridad, tendrán mejores condiciones laborales, ayudaría a un reparto más justo y equitativo de la riqueza.
Mayor equilibrio y mayor autonomía económica
Desde Ingenias promueven el mayor equilibrio y la distribución más justa de la riqueza, explicándoles a las chicas las oportunidades que ofrecen estas carreras y la importancia que significa el obtener autonomía económica.
Finalmente, Paula explicó que, por los momentos queda un largo camino por recorrer, por lo que piensa que es sumamente importante que las mujeres aparezcan y participen más en estos ámbitos. Y dijo que la incorporación de una mirada femenina en las disciplinas STEM garantizaría una sociedad más justa y sostenible.
Las mujeres al sociabilizar, aprenden a poner el foco en los cuidados. Lo que pudiera tener un impacto sobre el desarrollo de tecnologías a la hora de cubrir las necesidades de más personas. Además de cuidar el medioambiente, explicó la ingeniera.
Para lograr alcanzar este cambio señaló que es importante también que los hombres aprendan a distribuir el reconocimiento y los logros. Ya que de esta forma se normalizará la diversidad de personas en estos ámbitos.