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Desde el año 2014 la sarna ha tenido una tendencia creciente en España, aún más luego de la pandemia de coronavirus. Y el País Vasco es la última comunidad española en registrar un alza de casos.
Aumento de casos de sarna en País Vasco
Durante la última semana ha crecido la preocupación entre las autoridades sanitarias y entre los habitantes de Sestao debido al aumento de casos de sarna. Los dermatólogos hicieron un llamado a la calma. Sin embargo, insistieron en la figura del rastreador y la necesidad de implicarlo para poder hacer contacto con los pacientes para que todas esas personas sigan el tratamiento apropiado.
Tanto es así, que las autoridades de salud de País Vasco han actualizado y reforzado el protocolo de rastreo que sirve para la vigilancia y el control de la sarna (escabiosis) en esta comunidad.
En todo caso, los especialistas no califican este repunte como un brote. En este sentido, el presidente de la Sección Vasco-Navarro-Aragonesa-Riojana de la Academia Española de Dermatología y Venereología, AEDV; Jesús Gardeazábal, señaló que lo que está pasando actualmente en Sestao no debe alarmarnos. Debido a que, por lo pronto este repunte no es más importante que lo que llevamos viendo en los últimos años, afirmó el también jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Cruces.
Y es que desde hace un tiempo los casos de sarna no han dejado de aparecer dispersándose por todo el territorio español. Se conoció que, en la cárcel de Segovia en febrero pasado, también en una residencia de Lugo en agosto de 2022.
Nada más en Barcelona, de acuerdo con la Agencia de Salud Pública de esa localidad, a principios de junio pasado se habían registrado cerca de treinta brotes en lo que iba de 2022.
Desde 2014 comenzó un repunte de casos de sarna en España
Una investigación del Centro Nacional de Medicina Tropical del Instituto de Salud Carlos III y del Centro Nacional de Epidemiología. La cual fue publicada en noviembre pasado en la revista “PLOS”, demostraba esa tendencia en aumento de casos de sarna en España desde el 2014. Luego de haber descendido de manera sostenida entre 1997 y 2014.
A pesar de que esta enfermedad parece algo de épocas atrás. En realidad, es que se cree que en todo el mundo existen alrededor de 200 millones de casos, según lo señala la OMS.
Se trata de una de las patologías que afecta la piel, que más se registran en las naciones en desarrollo. Tanto es así que, es endémica en muchas zonas tropicales. Sin embargo, los países desarrollados no están libres de la sarna.
Esto sucede cuando la población se confía creyendo que ciertas enfermedades infecciosas están superadas y se toman las medidas de prevención apropiadas. Lo mismo ocurre con las infecciones de transmisión sexual, que han venido en aumento en los últimos años.
El incremento de casos de sarna se ha observado de manera especial luego de la pandemia. Lo que ya había sido analizado el pasado mes de junio en el 49° Congreso de la AEDV, el cual fue celebrado en Málaga; durante la sesión “Sarna, qué está pasando”.
Allí quedó establecido que uno de los elementos que más preocupa a los dermatólogos es que existe una cierta pérdida de la eficacia de varios tratamientos. En línea con lo que está pasando en otros países del continente europeo.
¿Qué es la escabiosis?
Es una patología cutánea que produce sarpullido y bastante picor provocado por un ácaro minúsculo de 0,4 mm, denominado “Sarcoptes scabiei”. Este pequeño organismo se esconde en la piel de las personas, en la capa más superficial de la epidermis. Es allí donde los machos se encargan de fecundar a las hembras, las que depositan sus huevos construyendo túneles en la piel. Y es justamente en esa zona donde se produce el picor.
Las heces y las sustancias que segregan estos bichitos son las que provocan las reacciones alérgicas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de la gente resulta infectada por entre unos diez y quince ácaros.
La sarna es muy contagiosa, es suficiente con el contacto piel con piel. Y al término de un periodo asintomático, la transmisión se lleva a cabo muchas veces en el momento en que el infectado todavía no tiene síntomas.
También se conoce que el periodo de incubación es muy variable, y esto hace más difícil cortar la cadena de transmisión. Desde el momento del contagio hasta que aparece el primer síntoma, el picor, puede ir de unos pocos días a 3 semanas.
Todo el mundo puede ser infectado con esta enfermedad cutánea. Hombres y mujeres de cualquier entorno social y cualquier edad. Pero es más común en prisiones, guarderías, residencias y, desde luego, en el núcleo familiar.
Por ser tan altamente contagiosa, cuando alguien se infecta es bastante común que todo el núcleo familiar también lo haga. Y no solo por el contacto directo con la piel, sino por compartir toallas, prendas o dormir en una cama con las cobijas de alguien con sarna.
¿Cuáles son sus síntomas, dónde se presenta?
Definitivamente, el picor es lo más representativo de la enfermedad, este puede ser más intenso por las noches y en ocasiones imposible de controlar, interrumpiendo el sueño de la persona.
Luego, comienzan a verse las ampollas y las ronchas, al igual que unas marcas en forma de línea recta que son los túneles que van construyendo los ácaros en nuestra piel. En etapas más avanzadas, nuestra piel presentará descamaciones o costras.
Las lesiones pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo. Sin embargo, es más común en las manos y en los pies. Ya que los ácaros prefieren los pliegues de la piel, por lo que suelen aparecer entre los dedos. Además, en las muñecas, pliegues de las axilas y de los codos, en la ingle y en la cintura.
¿Y cuál es su tratamiento?
En cuanto al tratamiento, la loción o crema de permetrina había resultado hasta los momentos el tratamiento más efectivo para la sarna. Este se debe aplicar en todo el cuerpo, no solo en las partes donde están las lesiones, y se debe repetir por varios días.
Si se trata de bebés menores de dos años, la Asociación Española de Pediatría recomienda que se aplique además en el cuero cabelludo del pequeño.
Los datos que están a disposición sobre la probable pérdida de eficacia de permetrina todavía no son concluyentes. Y esta medicación continúa representando uno de los pilares del tratamiento de la sarna. Sin embargo, los dermatólogos en la actualidad también optan por combinar tratamientos. Sea por vía tópica como la vaselina azufrada, o por vía oral, con ivermectina.
Pero si la picazón es insoportable, se puede agregar cremas con antihistamínicos o corticoides. Y si se presenta infección, puede incluirse en el tratamiento antibióticos tópicos o sistémicos (vía intravenosa).
Cuanto antes se inicie el tratamiento, mejor. Y tratar a todos los contactos alrededor del infectado, tanto los convivientes como la gente que haya tenido contacto físico por mayor tiempo en torno a un mes de comenzar los síntomas. Aunque esas personas del alrededor del infectado se presenten asintomáticas. También hay que asegurarse de la completa eliminación de los ácaros del ambiente, con el lavado de toda la ropa y la limpieza de las superficies.
Bulos alrededor de la escabiosis y el aumento de la enfermedad luego del covid
La AEDV viene advirtiendo que existe una falsa creencia que vincula la escabiosis con unos hábitos de higiene deficientes. Los expertos aseguran que los baños o duchas habituales no previenen el contagio de la sarna. Al igual que el lavado de la ropa usada por quienes tienen la infección de la manera en la que se hace de forma habitual tampoco elimina los ácaros. Debido a que ello habría que hacerlo por lo menos a 60 grados centígrados.
Por otro lado, los expertos han comentado muchas veces, cuando se ha informado de incremento de casos, sobre los probadores de ropa en las tiendas. Si alguien con escabiosis se prueba una prenda y la deja, y justo después se la pone otro cliente, podría darse el contagio. Sin embargo, desde la AEDV se indica que no se considera esta una vía de transmisión habitual de la enfermedad.
Los motivos de este aumento postpandemia todavía no están claros; sin embargo, hay varias hipótesis. Los científicos señalan el confinamiento, que hizo que las personas pasaran más tiempo en sus casas con mayor contacto entre convivientes. Lo que pudo haberle servido al contagio en los núcleos familiares en los que hubiera alguien infectado.
Los miembros de la AEDV indicaron que esperaban que esta clase de enfermedades transmisibles, al igual que las de transmisión sexual, disminuyeran de forma drástica durante el confinamiento. Sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario, lo que deja al descubierto que no todo el mundo ha hecho el confinamiento de la misma forma.
Otro de los elementos que pudieran explicar esta tendencia en aumento ha sido, de acuerdo a los expertos de la AEDV, la tardanza en el diagnóstico y el tratamiento de los casos de personas infectadas. Que ha provocado que la carga parasitaria resulte mayor y hayan permanecido siendo contagiosos por más tiempo.