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La Corte Suprema de los Estados Unidos se posicionó horas antes de que se levantara el Título 42, cuya extensión fue solicitada por diecinueve Estados republicanos. Aplazando de esa manera el fin de la norma que permite deportar inmigrantes de forma expedita.
El Tribunal Supremo alarga la vida del Título 42
La Corte Suprema de EEUU ha alargado la vida del Título 42, la norma impuesta por Donald Trump cuando comenzó la pandemia por covid-19, hace cerca de 3 años y que debía expirar el miércoles 21 de diciembre. Esta medida le permite al Gobierno de los Estados Unidos expulsar de forma rápida a los migrantes que llegan a la frontera con México.
El fallo del Supremo llegó en la tarde del pasado lunes, horas después de que una coalición de diecinueve Estados republicanos introdujeran una moción para extender el Título 42 ante el temor del colapso de la frontera y el impacto en sus estados.
La decisión del juez John Robert, quien es presidente del Tribunal Supremo, es temporal. El Gobierno de Joe Biden debe presentar nuevos argumentos ante la Corte el martes si desea terminar con una polémica iniciativa que ha sido fuertemente criticada por las organizaciones de derechos humanos.
El Título 42 nació para impedir más brotes de coronavirus
Esta norma entró en vigencia en el mes de marzo de 2020, con el objetivo de impedir nuevos brotes de covid-19 en suelo estadounidense. Aunque se trata de una medida sanitaria, el Título 42 se convirtió en un arma política que ha causado una controversia en los tribunales.
En el pasado mes de noviembre, Emmet Sullivan, un magistrado de distrito federal, opinó que la iniciativa era inhumana ya que devolvía a miles de personas a sitios donde había mucha probabilidad de que resultaran perseguidos torturados, violados y golpeados.
El pasado viernes una corte de apelaciones confirmó la posición de Sullivan y allanó el camino para que el Gobierno de Biden la levantara, lo que había sido anunciado en mayo. La norma sería sustituida, según el Gobierno, por una política de migración que analice con más profundidad las miles de solicitudes de asilo que se hacen todos los días en Estados Unidos.
Continuarán enviando a los inmigrantes ilegales a México
En la tarde del lunes, Marcha Espinosa, funcionaria de Asuntos Públicos del Departamento de Seguridad Interior; afirmó que, como requiere el Tribunal Supremo con su orden, el Título 42 continúa en vigor por el momento. Y que, “las personas que intenten entrar a EEUU de manera ilegal seguirán siendo enviados a México”.
Muy distinto a las deportaciones, un proceso que puede demorar meses o hasta años, el Título 42 permite a la Oficina de Aduana y Protección (CBP) procesar expeditamente con una toma de huellas a las personas detenidas y enviarlas a México. Lo que demora solo unos pocos minutos.
Sin embargo, esta situación ha hecho que muchos migrantes volvieran a intentar el cruce días después. Un análisis sobre el primer año y medio de la norma señaló que unos 4.000 sujetos lo habían intentado veinte veces. Un ciudadano de México lo intentó unas 81 oportunidades, según “The Washington Post”.
La lucha de los republicanos continúa
La coalición republicana se manifestó en contra del término de la medida, alegando que ha ayudado a devolver a unas 2,4 millones de personas a México (un inmigrante pudo haber sido expulsado más de una oportunidad).
Ken Paxton, quien es fiscal general de Texas, afirmó la tarde del lunes que, la lucha por mantener el Título 42 en su lugar sigue. Mientras que el gobernador de ese mismo Estado, Greg Abbott, celebró la decisión temporal del Tribunal Supremo.
Abbott señaló en su cuenta de Twitter que, la norma es un paso en la dirección correcta. Esta ayuda en la prevención de la inmigración ilegal. A esta causa se han sumado además las administraciones de los Estados: Alaska, Arizona, Alabama, Kentucky, Kansas, Misisipi, Luisiana, Montana, Misuri, Ohio, Nebraska, Oklahoma, Tennessee, Carolina del Sur, Utah, Wyoming, Virginia y Virginia Occidental.
El final programado para el Título 42 ha aumentado la tensión en la frontera. Las autoridades aseguraron hace varias semanas que se encontraban preparadas para atender hasta a dieciocho mil ingresos diarios de migrantes. Aunque aún no se ha llegado a esa cantidad, sí ha ocurrido un agudo aumento del flujo migratorio.
Los periódicos han dado cuenta de un sostenido goteo de personas en las últimas semanas. Se calcula que están llegando entre nueve mil y catorce mil migrantes en los más de tres mil kilómetros de frontera compartida que tiene Estados Unidos.
También hay presión para los demócratas
Esta situación ha traído presión a varias ciudades y hasta a bastiones demócratas. El alcalde progresista de El Paso, una ciudad localizada en la frontera de Texas, Oscar Leeser; decretó el pasado sábado el estado de emergencia en la ciudad. El jefe del Ayuntamiento aseguró que la medida permitiría a la ciudad incrementar momentáneamente sus recursos para lograr soportar la llegada de miles de personas.
Leeser le dijo a los reporteros que, el Ayuntamiento desean asegurarse de que la gente sea tratada con dignidad y que todos los migrantes estén seguros. Los fondos permiten dar alimentos y albergue a los migrantes que van llegando de México. Washington advirtió que en los últimos meses se ha incrementado el arribo de ciudadanos de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Por su parte, el gobernador de California y una de las voces más importantes entre la bancada demócrata, Gavin Newsom; también lanzó una advertencia. Newsom se quejó de que la administración de Biden está incrementando el envío de buses y vuelos llenos de inmigrantes.
Newsom le dijo a los reporteros la semana pasada que, tienen llenos 9 centros de procesamiento de inmigrantes. El mandatario de California afirmó que las presiones al presupuesto por otros temas amenazan la operación de estos centros y que si se siguen llenando con más personas, muchas de ellas terminarán en la calle empeorando el problema de los sin techo. Y terminó diciendo Newsom que, el hecho es que lo que tienen ahora no funciona. Y está por romperse en un mundo pos-Título 42. A menos que cada quien asuma sus responsabilidades.
Al parecer desde ambos bandos políticos piensan que la frontera de los Estados Unidos está al borde del colapso.