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Este 7 de octubre se cumple un año del ataque en el Nova Fest de Israel, que terminó con el secuestro de los rehenes de Hamás en las cercanías de la Franja de Gaza. A un año de este suceso no se tienen noticias de los secuestrados por la organización islamita.
Doce meses sin noticias de los rehenes de Hamás en la Franja de Gaza
Lo último que Or Levy le dijo a su madre la última vez que pudo hablar con ella por teléfono fue “Mamá, no quieres saber lo que está pasando en este lugar«. Lo repitió muchas veces durante una conversación que sonaba a despedida, hasta que la llamada se interrumpió. Era la madrugada del 7 de octubre de 2023 y no hacía mucho que él y Eynav, su esposa, habían llegado al Nova Fest, un evento de música electrónica que había empezado hacía unas horas en las cercanías de la Franja de Gaza.
Poco tiempo después de su llegada, el grupo islamita Hamás irrumpió en el recinto y comenzó una masacre en la que perdieron la vida 250 personas, entre ellas Eynav. Or fue tomado como rehén por la organización palestina y sigue en Gaza desde entonces.
Para el hermano de Or, Michael Levy, la espera está siendo como «un mal día muy largo«. Luego de doce meses sin noticias, cree que la única forma de traer de vuelta a los rehenes es mediante un acuerdo. «No se puede rescatar a más de cien personas con una operación militar«, aseguró Levy durante una entrevista concedida a RTVE.es a finales de agosto, sólo días después de que Israel recuperara los cuerpos sin vidas de 6 rehenes a los que Hamás disparó cuando las tropas israelíes se acercaban a ellos. «Suponemos que sigue vivo, pero ese fue un recordatorio de que no hay garantías de nada«, se lamentó.
Asesinaron a 1.200 personas y secuestraron a más de 200
El 7 de octubre pasado, Hamás y otras milicias palestinas lanzaron un ataque sin precedentes en varios puntos de Israel en el que fallecieron 1.200 personas y más de doscientas fueron secuestradas. El Gobierno de Israel respondió con una ofensiva masiva en Gaza – que ya ha matado a más de cuarenta mil palestinos, la mayoría niños y mujeres – y prometió traer de vuelta a los secuestrados. No obstante, las liberaciones se han producido a cuentagotas y aún continúan en la Franja al menos 116 rehenes de Hamás.
Aquel fatídico 7 de octubre en Israel
La madrugada del 7 de octubre del año pasado, Michael Levy llamó a su mamá en cuanto oyó las sirenas que advertían del ataque de los palestinos (Hamás). Aseguró que en su localidad están acostumbrados a escucharlas, pero quería saber si ella y su padre se encontraban bien. Supo que se hallaban a salvo en su refugio y que esa noche estaban cuidando de su sobrino Almog, de 2 años, ya que sus padres habían ido al Nova Fest, muy cerca de la frontera con la Franja de Gaza. «Me dijo que había hablado con ellos y que estaban bien, así que no me preocupé mucho«, relató. Eran las 6:40 de la mañana y apenas había información.
El verdadero horror comenzó más tarde, hacia las 8 am, cuando su mamá le llamó, esa vez llorando. Había perdido la comunicación con Or, que llevaba más de una hora sin responder a sus llamadas o mensajes. «Le dije que no se preocupara, que nos llamaría pronto, pero luego comencé a ver las noticias, como todo el mundo«, recordó Michael, que pasó las horas siguientes haciendo llamadas a los hospitales, y buscando cualquier información sobre la pareja en grupos de Whatsapp y Facebook en los que publicaban listas de supervivientes.
Por lo menos no estaba muerto
Luego de dos días, él y su familia supieron que Eynav (32), diseñadora gráfica, había sido asesinada en el Nova Fest, y una semana después, les informaron de que Or era uno de los rehenes de Hamás en la Franja de Gaza. «Ahora no puedo creer que estuviera feliz de que se lo hubieran llevado esos monstruos, pero así fue como lo sentí, porque al menos no estaba muerto«, confesó Michael, que se refirió a su hermano, ingeniero informático, como el «pequeño genio» de la familia. El pequeño Almog vive desde ese momento con el otro hermano de Or, sin entender qué ha pasado con sus padres.
Nir Oz, la localidad donde se vivió una pesadilla
La familia Bibas fue secuestrada completamente mientras estaban en su casa en la localidad de Nir Oz, un kibutz situado a poco más de 1,5 km del muro que divide Israel y Gaza y que el 7 de octubre vio como moría la cuarta parte de sus habitantes. La pareja, compuesta por Shiri y Yerden Bibas y sus dos hijos, Kfir y Ariel, de 9 meses y 4 años, fue sacada de su vivienda en pijama, en un secuestro que fue grabado en vídeo y difundido por Hamás.
Al tiempo que los terroristas disparaban e intentaban entrar en el refugio, «Yarden, que tenía un arma, salió del cuarto seguro con las manos en alto y les pidió que se lo llevaran a él y que dejaran a Shiri y a los niños«, relató a RTVE.es Jimmy Miller, primo de Shiri. «Se fue creyendo que los terroristas le habían hecho caso, que solo se lo habían llevado a él«, continuó su relato. Lo poco que sabe su familia, gracias a un vídeo recuperado por el Ejército israelí y a lo que les dijeron algunos de los rehenes liberados en noviembre pasado, es que «están separados desde el inicio«.
Vídeos del terror
En vídeos difundidos por la organización terrorista, se ve a Shiri, visiblemente aterrada y con sus dos hijos en brazos, rodeada por un grupo de milicianos armados. Para entonces, ya se habían llevado a Yarden, de quien también se difundieron vídeos que mostraban cómo era trasladado a Gaza en una motocicleta, mientras él se llevaba las manos a la cabeza, cubiertas de sangre.
En noviembre de 2023, Hamás publicó un nuevo vídeo en el que Yarden pedía al Gobierno de Israel que llevasen a su familia de vuelta a su país. «Le dijeron que Shiri y los niños habían muerto durante un bombardeo israelí, pero no estamos seguros si es verdad, no sabemos si están vivos o muertos«, dijo Jimmy, que también perdió a sus tíos, los padres de Shiri, quienes también vivían en Nir Oz y fueron asesinados en su casa.
Muy pocas esperanzas para los rehenes de Hamás
La tregua acordada entre Israel y el grupo islamita en noviembre pasado supuso un corto respiro en Gaza de apenas 4 días y una pequeña dosis de esperanza para las familias de los rehenes de Hamás. Fueron liberados unos cincuenta, entre ellos Elma Avraham, una mujer de 85 años que estuvo cerca de dos meses en cautiverio. «No nos ha contado detalles y no lo recuerda todo porque no estaba muy consciente«, explicó RTVE.es su hijo Uri Rawitz.
Les dijo que apenas recibía comida, ni agua, y que pasó casi 2 meses en una colchoneta tirada en el piso en algún lugar de los túneles de la Franja.
“Yo sé que mi madre está bien. Puedo verla. Puedo sostener su brazo. Ellos no tienen esa oportunidad, sólo tienen esperanza», dijo Uri. «Es una sensación muy extraña que llaman la culpa del superviviente. Yo era uno de ellos, y ya no lo soy«, también dijo que no puede creer que, después de tanto tiempo, todavía queden rehenes en Gaza. «La guerra no va a ninguna parte y creo que debería parar«, aseguró.
Familiares de los rehenes de Hamás le exigen un acuerdo al Gobierno israelí: «Puede hacer más«
Para los que continúan esperando, la paciencia lleva tiempo agotada y, en el último mes, se han multiplicado las protestas en varios puntos de Israel que exigen una tregua. El detonante fue la muerte de 6 rehenes en Ráfah, a los que dispararon cuando el Ejército israelí estaba a punto de rescatarlos.
Michael Levy reconoció que cada vez que descubren que han asesinado a un rehén se le parte el corazón, pero Hersh — uno de los 6 rehenes muertos en septiembre — fue secuestrado junto a Or y con su muerte Levy sintió que todo era más real.
Otros familiares de los secuestrados creen que el Gobierno lo está intentando, pero también consideran «que podría hacer más» y que, aunque también le tienen miedo a la guerra, dicen que sólo con la combinación de la presión militar y la diplomática se conseguirá el mejor acuerdo. Piensan que Hamás, podría terminar con esto, también con el sufrimiento y la destrucción en Gaza, liberando a todos los rehenes de forma incondicional, pero el Gobierno israelí solo pone obstáculo tras obstáculo, aseguran.
Más frentes de guerra
A comienzos de septiembre, luego de varios días consecutivos de manifestaciones y una huelga general para exigir un acuerdo, Benjamín Netanyahu, presidente de Israel, manifestó su intención de seguir con la operación militar en Gaza. Hamás había amenazado unos días antes con que los rehenes volverían «en ataúdes» si Israel continuaba su ofensiva, pero el Primer Ministro reiteró que no iba a ceder «a las presiones«. A pesar de las distintas conversaciones entre los mediadores internacionales, las opciones de alcanzar una posible tregua se desvanecieron.
La guerra parece beneficiar a Netanyahu que, la semana pasada, agregó un nuevo frente al conflicto en Oriente Próximo. Tras una campaña de intensos bombardeos al Líbano y de la muerte de varios altos cargos de Hizbulá, aliado de Hamás, Tel Aviv empezó una incursión terrestre en el país vecino, donde ya han muerto cerca de dos mil personas desde el comienzo del conflicto.