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Ucrania refuerza sus posiciones en Bajmut, ciudad asediada en la provincia de Donetsk por los mercenarios rusos de Wagner. Ahora mismo es considerada la batalla más intensa de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Rusia busca apuntarse su primera victoria militar luego de las humillantes retiradas de Járkov y Jersón
Una veintena de militares ucranianos hacen cola en la caja de una gasolinera en Kostiantínivka, en el este del país. Se llevan bolsas llenas de bebidas energizantes y cartones de tabaco. Los soldados visten con el equipo de combate, el casco en una mano y el fusil colgado del hombro.
En ese lugar repostan gasolina para sus vehículos todoterreno y desde allí regresan al frente de Bajmut, ubicada a solo once kilómetros en la provincia de Donetsk. En este frente se desarrolla ahora mismo la batalla más intensa de la guerra contra Rusia.
Moscú busca apuntarse la que sería su primera victoria militar en medio año, luego de las humillantes retiradas de otoño en las provincias de Jersón y Járkov. Sin embargo, los refuerzos ucranianos de los últimos días han frenado el avance de los mercenarios que conforman el grupo Wagner.
Según las entrevistas realizadas el pasado fin de semana por medio “El País” de España en el frente de Bajmut, el despliegue militar ucraniano es colosal, solo el Alto Mando y el Estado Mayor para el Este llevan la cuenta de las brigadas luchando en ese campo de batalla.
En un perímetro de veinte kilómetros en torno a la ciudad no existe arboleda o granja que no esté ocupada por camiones de combustibles camuflados, unidades de artillería o compañías de tanques en posición de combate en primera y segunda línea de frente (a solo dos kilómetros de las filas rusas).
Periodistas presentes en Bajmut
Los oficiales ucranianos al mando imposibilitan a los periodistas tener acero directo a los escenarios de la guerra. Sin embargo, en Bajmut la prensa puede observar cómo es disparada una lanzadera múltiple de cohetes Grad, cómo una columna de tanques se sitúa en lo alto de una colina para comenzar a cargar su fuego sobre el enemigo o cómo se traslada un cañón de la OTAN M777 de una ubicación a otra.
En Bajmut, las tropas están tan ocupadas que no tienen tiempo para preocuparse por la presencia de los periodistas y los medios de comunicación.
El asalto sorpresa contra Soledar, al norte de Bajmut
En víspera de la Navidad ortodoxa, el 6 de enero, las unidades de Wagner (militares privados a sueldo de Moscú) lanzaron un asalto sorpresa contra Soledar, una localidad del norte de Bajmut.
Ahora la mayor parte de este pueblo minero está en manos del grupo Wagner, prácticamente borrado del mapa debido a la destrucción provocada por los enfrentamientos, a excepción de su extremo occidental.
Rusia aseguró que tiene el pleno control de Soledar, aunque el pasado domingo, un comandante ucraniano, que lleva por nombre clave Magyar, confirmó con imágenes en sus redes sociales que la bandera de Ucrania aún ondea en un área de las minas de sal de la ciudad, en los límites occidentales de la localidad.
Los periodistas estuvieron el sábado pasado en la carretera secundaria que da acceso a Soledar desde Bajmut. Tanto el trasiego militar en este camino, como la calma de los soldados apostados en el lugar, a tan solo 5 kilómetros, servía de testimonio de que el flanco occidental de Soledar sigue en manos de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
A pesar de ello, además era visible que las tropas ucranianas se están preparando para una posible retirada. En los alrededores de Krasna Hora, una pequeña ciudad ubicada entre Soledar y Bajmut, un camión descargaba minas antitanques que varios pelotones de zapadores trasladarían hasta Soledar y Bajmut, un arma clave para detener el avance de tanques y de blindados de transporte de infantería. En sentido a Kramatorsk, a unos diez kilómetros de ese punto del mapa, las tropas ucranianas también estaban cavando posiciones defensivas para tanques.
Combates cuerpo a cuerpo
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, aseguró el pasado viernes que se están destinado a esta zona de Donetsk todos los refuerzos posibles. En las últimas 72 horas se ha ralentizado el avance de las tropas rusas, con las fuerzas ucranianas incluso llevando a cabo contraataques tácticos para ganar varios metros en los barrios periféricos orientales de Bajmut, hasta donde han llegado los soldados rusos.
Allí los combates son prácticamente cuerpo a cuerpo, y durante días se puede combatir por la toma bloque de viviendas.
La semana pasada, una de las informaciones imprecisas más extendidas es que la localidad de Krasna Hora, ubicada cerca de Bajmut, había sido ocupada por las fuerzas rusas. De acuerdo con el grupo de inteligencia Osint pero además la agencia estatal rusa TASS, el grupo Wagner había podido llegar hasta Krasna Hora porque la 17ma. Brigada Blindada se había batido en retirada.
Se acaban las municiones
Soldados de 2 batallones que estaban apostados en Bajmut y Soledar le dijeron a “El País” que habían salido del frente de batalla por falta de balas. Zalenski ha hecho referencia expresamente a este tema para garantizar que no faltarán las municiones.
Burshtin es el nombre en clave de un comandante al mando de un tanque de la 24ª. Brigada Mecanizada. Su tanque se refugiaba detrás de un edificio de Bajmut, ubicado en la fachada occidental, para evitar el impacto de las armas rusas, que atacan a cada segundo el barrio donde está su blindado y el de otros comandantes.
El Ministerio de Defensa de Rusia especificó que habían forzado la retirada de esta Brigada, pero la verdad, según Burshtin, es que tuvieron que retirarse de la primera línea debido a que las tropas ucranianas ya no tenían suficientes balas. Además, este comandante admitió quede los 7 tanques que quedaban en su compañía hace un par de semanas, en estos momentos solo quedaba uno activo, el suyo.
Burshtin, que solo tiene 25 años, pero que parece de mucha más edad. Su rostro está demacrado por el cansancio, lleva más de un mes durmiendo en su blindado, sin tiempo para pasar ni una noche en la cama de alguna vivienda en un barrio cercano.
Según Burshtin las oleadas de combatientes rusos que están siendo eliminadas, por la identidad de los muertos, son contratados por el grupo Wagner, y cientos de ellos son presidiarios a los que le han ofrecido ser parte de la invasión de Ucrania para aligerar sus condenas.
Una carnicería, pasan por encima de sus cadáveres
BohdanKihan, soldado de la 77ª, Brigada Aerotransportada de Ucrania, dijo que es una carnicería, envían a los de Wagner a ganar terreno y después las brigadas regulares del ejército ruso toman el control pisando sus cadáveres. A miles de kilómetros de ese lugar, Mick Ryan, mayor general retirado del Ejército de Australia y experto analista de esta guerra, corroboró el sábado el relato de Kihan en uno de sus análisis.
Ryan explicó que, en la batalla de Bajmut las tropas rusas movilizadas son usadas en oleadas humanas, especialmente para recibir el impacto de las municiones para que detrás de ellos lleguen otras unidades que se encargan de sacar provecho de los avances que han logrado.