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La Cumbre del clima 2022 transcurre sin grandes anuncios por parte de los países. Sin embargo, las compañías han tomado el protagonismo de la COP27 que se desarrolla en Egipto. El miércoles, los Estados Unidos ha anunciado un plan para que las empresas financien la transición energética en las naciones menos desarrolladas a través de créditos de emisiones.
En la COP27 expertos y activistas se muestran escépticos ante un mercado de emisiones que pudiera fracasar
Se trata de una “herramienta crítica” que busca reducir las emisiones, pero que suplementará y no sustituirá otras opciones de financiación climática (el principal enfoque de la COP27). De acuerdo con lo detallado en Sharm el Sheij por John Kerry, quien es enviado especial para el clima de los Estados Unidos.
Kerry ha insistido en la necesidad de que el capital de empresas privadas participe en esta transición, ya que ningún gobierno en el planeta tiene suficiente dinero para el financiamiento de la adaptación y mitigación del cambio climático, que Naciones Unidas valora en billón de dólares al año en 2030. Por otro lado, este mecanismo alentaría la inversión en mercados poco atractivos para las empresas.
Los activistas y expertos ambientales esta vez se muestra escépticos frente a la idea de un mercado de emisiones voluntario. Debido a que en muchos casos se incurre en vacíos legales que permiten a las compañías y naciones continuar contaminando de manera impune. Y como en otros planteamientos similares que anteriormente fueron derecho al fracaso.
En este sentido, la ONU presentó el pasado martes una guía de líneas rojas que busca evitar el lavado de cara verde desde bancos, empresas y entidades regionales y locales en el momento de invertir en dichos créditos para no reducir sus emisiones en el corto y mediano plazo.
Según John Kerry, António Guterres, Secretario general de la ONU, está de acuerdo con el plan presentado en la COP27 por EEUU, siempre y cuando este incluya garantías.
Aprovechar la COP27 y exigir garantías para evitar “greenwashing” y trampas de las compañías
Kerry, consciente de las dudas, y como respuesta al plan de la ONU (sin mencionarlo), ha insistido en que su plan solo permitirá que se utilicen créditos con altos estándares, de alta calidad y que las compañías que los utilicen deben contar con un plan detallado y respaldado por la ciencia de emisiones netas cero. Las empresas deberán emplear estos créditos para suplementar y no para la sustitución de reducciones drásticas de sus propias emisiones y no serán incluidas las compañías de combustibles fósiles.
El experto ha insistido en que, por desgracia, abusos ocurridos en el pasado han desacreditado el empleo de estos créditos de emisiones. Sin embargo, se conoce que, con las garantías adecuadas, rendición de cuentas y transparencia, se pueden hacer bien las cosas. Y no se debería dejar que los erros del pasado impidan utilizar una herramienta tan poderosa para invertir capital privado donde más se necesita.
Pepsi y Microsoft interesadas en el plan de mercado de emisiones presentado por Kerry
A este plan ya se han unido grandes compañías como Pepsi y Microsoft, las cuales se han interesado en esta propuesta. Además de muchos países en desarrollo, entre los que se cuentan a Nigeria y Chile, así lo afirmó John Kerry. Se espera que este nuevo modelo de mercado de emisiones se ponga en marcha antes de la próxima cumbre del clima, la COP28, la cual será celebrada en noviembre de 2023 en Emiratos Árabes Unidos.
Hasta los momentos las propuestas para crear mercados de emisiones han tenido resultados desiguales. El plan que ahora mismo está en vigencia en la Unión Europea (UE). Actualmente es el más importante y ha sido un éxito reconocido por los ambientalistas y expertos. Además, ha favorecido la transición energética en todo el continente europeo.
Aunque el que planteó el Protocolo de Kioto, denominado Mecanismo de Desarrollo Limpio, resultó bastante criticado debido a que muchos de los proyectos de compensación no contaban con la incorporación de la economía local. O resultaron poco transparentes y daban espacio a casos de corrupción.
Observaciones hechas por ecologistas y analistas ambientales
Para la organización Greenpeace, el programa de compensación mundial planteado por John Kerry para las compañías, representa una peligrosa distracción y un posible encubrimiento de la contaminación por combustibles fósiles.
El director de programas de Greenpeace en EEUU, Tefere Gebre; ha denunciado que, lo que se necesita realmente es una profunda reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en su origen lo más pronto posible. Y que compensar el carbono es algo así como pagarle a otra persona para que corra una maratón y uno llevarse el mérito.
El experto en mercados mundiales de emisiones en Carbon Market Watch, Jonathan Crook reconoció que existen ciertas mejoras en el mercado actual. Como el caso del respaldo a la adaptación y la exclusión de los proveedores de combustibles fósiles.
Aunque Crook piensa que no debería calificarse de herramienta de financiación climática a este plan, si se usa para generar compensaciones de emisiones. Y que el comprar reducciones de emisiones de las naciones en desarrollo no es lo mismo que canalizar la financiación climática. Crook planteó dudas acerca de quién puede contabilizar las reducciones.