España solicitará retrasar la minería submarina ante el Consejo de la International Seabed Authority (ISA). Ya para este año 2023 el país ibérico tiene derecho a voto en el Consejo de ISA, y desde su posición, pedirá una “pausa preventiva” en la polémica explotación minera de los fondos marinos.
Estreno del derecho a voto en el Consejo de ISA
Ya en este año, España es miembro con derecho a voto del Consejo de la International Seabed Authority (Autoridad Internacional para los Fondos Marinos. ISA, por sus siglas en inglés). Es el organismo que se encarga de regular contra reloj la minería submarina, una actividad muy señalada por los ecologistas y que vendría a explotar una de las pocas zonas inalteradas de la Tierra.
El país ibérico intentará retrasar el inicio de la minería submarina hasta que tenga en sus manos todas las garantías medioambientales pertinentes. Desde el Miteco explicaron que, el objetivo de la moratoria es evitar toda extracción hasta tanto se tengan suficientes conocimientos científicos y garantías ambientales efectivas para evitar daños que puedan llegar a ser irreversibles contra la biodiversidad de los mares, los ecosistemas o la salud de los océanos.
Los derechos del fondo del mar y la minería submarina
En el año 1994, las partes de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar plantearon una disposición en el capítulo once de esta especie de Constitución de los océanos que le permite a cualquier país miembro presentar una petición para que sea adoptado el reglamento de explotación de los fondos marinos en un lapso de 2 años.
El experto Carlos Bravo recuerda desde OceanCare que, en caso contrario, las peticiones de proyectos que sean presentadas serán consideradas y aprobadas de manera provisional a pesar de la ausencia de reglamento.
De tal forma, en el año 2021, Nauru, un estado isla localizado en el Oceáno Pacífico, otorgó a la ISA un ultimátum: si en un par de años esta organización no desarrolla la regulación para la minería submarina, la nación podrá comenzar operaciones con un permiso provisional, a pesar de la oposición de otros estados miembros de ISA, como España, Chile, Francia y otras islas del Pacífico, como es el caso de Palaos.
Y es precisamente en este punto donde Bravo no muestra ninguna esperanza de que el reglamento de la International Seabed Authority pueda estar listo para el momento en que culmine el plazo (que será en julio). Por lo tanto, por ahora los esfuerzos se deben centrar en hallar una forma legal de contrarrestar o anular esta regla de dos años.
El presidente de Francia se opone firmemente a la minería submarina y solicita su prohibición
Sin embargo, varios países (entre los que se cuenta España) se han unido en coalición para pedir moratorias a la minería submarina. Y hasta otras naciones han llegado a solicitar su completa prohibición, como fue defendido en Egipto por el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Quien aprovechó su discurso durante la cumbre climática del pasado mes de noviembre para manifestar su total rechazo a la actividad.
La mayor alerta reside, sobre todo, en el daño que puede producir la extracción minera a los ecosistemas de los fondos marinos. De los que apenas se tiene información, pero justo donde la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza cree que existe una biodiversidad que puede ser de vital importancia para la especie humana. Se desconoce mucho sobre los ecosistemas que están en el fondo de los océanos, pero estos podrían albergar una biodiversidad vital para la humanidad.
Se generaría muchos residuos tóxicos que contaminaría el fondo marino y se comprometería la salud de la cadena alimentaria
Por otro lado, los expertos se muestran preocupados porque los buques viertan al mar los residuos tóxicos y sedimientos producidos en los procesos al triturar y bombear las rocas hacia la superficie. Esta acción podría ocasionarle daños no solo a las especies que habitan en los fondos marinos, sino además a peces grandes como los atunes. Y también comprometer la salud de toda la cadena alimentaria.
Además, varios expertos climáticos y ecologistas tienen el temor de que se libere el carbono atrapado en el lecho marino. Debido a que al removerse la tierra podría ser emitido otra vez el CO2 y servir para que empeore la ya difícil situación climática del planeta.
¿Por qué se desean explotar los fondos marinos?
Se cree que los fondos marinos contienen metales por altísimo valor de hasta billones de dólares, ya que de los nódulos polimetálicos encontrados en ciertas zonas estratégicas se pueden llegar a extraer enormes cantidades de colbalto, níquel, cobre o manganeso, materiales críticos cuya demanda en las últimas décadas han tenido un exponencial crecimiento.
Por lo tanto, los defensores de la minería submarina exponen que muchos de esos materiales son fundamentales para el desarrollo tecnológico en parte requerido para la electrificación del transporte y para la descarbonización de la economía mundial. Además resaltan las consecuencias socio ambientales que son generadas por la minería terrestre en la que, de otra manera, se tendría que apoyar la transición energética.
Sin embargo, desde Oceana, hacen un llamamiento para que no nos olvidemos de que ya se han fabricado baterías para vehículos eléctricos que no necesitan níquel ni cobalto. Además desde esta organización sostienen que, al ritmo en que avanza la investigación, para cuando sea una completa realidad la minería submarina, ya existirán baterías mucho más eficientes (de mayor duración) o baterías reciclables.