Los vecinos buscan sobrevivientes después de fuertes lluvias en Las tejerías, Venezuela. El fenómeno meteorológico La Niña está de regreso y está causando estragos en América Latina nuevamente.
Al menos 36 personas han muerto y 56 están desaparecidas después de que las lluvias torrenciales inundaran ríos y arroyos en el pequeño pueblo del estado de Aragua, en el norte de Venezuela.
Fenómeno meteorológico La Niña dejó múltiples familias venezolanas devastadas
El presidente del país sudamericano, la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro; calificó la situación en la región como compleja y dolorosa. Muchos han perdido sus hogares y se han quedado sin electricidad ni agua potable. El mandatario declaró a la población como una zona de desastre y desastre natural. Y declaró tres días de luto por las muertes registradas.
Pero acabamos en la siguiente interrogante, ¿qué es exactamente La Niña y cómo afecta el clima de América Latina?
El Niño y La Niña, fenómenos meteorológicos de vientos fuertes y aguas sin cesar
Para poder entender qué es La Niña y como se origina, primero es necesario explicar el fenómeno más general que engloba: el llamado evento ENOS, o El Niño-Oscilación del Sur. El Niño es un patrón meteorológico que hace que los vientos alisios se debiliten en el Océano Pacífico sur.
Cuando El Niño está activo, el agua del océano en la zona ecuatorial es más cálida. Dichos vientos generalmente atraen el agua superficial de la costa hacia el océano, lo que hace que aparezcan aguas profundas y frías.
En las áreas ecuatoriales de la costa de América del Sur, el agua fría es normal. Cuando estos vientos alisios se debilitan, el proceso se detiene, lo que vendría produciendo aguas más cálidas e incrementando el nivel del mar, principalmente frente a las costas de Perú y Ecuador.
La Niña se muestra como un patrón meteorológico contrario al del El Niño
Ahora que los vientos alisios son muy fuertes, el agua fría está subiendo en el cinturón ecuatorial y las temperaturas del mar son más bajas de lo normal, La Niña comienza a manifestarse como un patrón climático opuesto al de El Niño.
Entre estas dos fases normalmente suele haber un período llamado zona neutral, que es en el que estuvimos recientemente. En el que ninguno de los eventos es particularmente activo y las temperaturas están por encima del promedio.
Tanto El Niño como La Niña son fenómenos perennes y se encuentran asociados a la desaparición o desplazamiento de civilizaciones precolombinas en la región. ¿Qué sucede? Los efectos de La Niña y El Niño, de sequía a inundaciones, de fuertes lluvias a huracanes, siempre dependen de la región de la oscilación: puede entrar durante sequía en Latinoamérica, fuertes nevadas en el norte de Estados Unidos, o sequía en Australia o las Islas del Pacífico.
Aunque continúan un patrón determinado, eso no significa que se comporten igual cada vez que se desencadena la condición: ningún evento de La Niña es diferente a los demás.
Hace unos meses atrás, la NOAA y otras organizaciones meteorológicas predijeron un moderado La Niña en América Latina. En años anteriores, dicho fenómeno se ha debilitado, aunque desde el año 2020 comenzaron a aparecer síntomas de una potencial intensificación, con un alargamiento de la temporada de huracanes en el Atlántico, sequía en Sudamérica y fuertes lluvias en América Central y del Norte.
Fenómenos que originan sequías o lluvias
De manera general, La Niña se ha manifestado de dos formas muy diferentes en América Latina: fuertes lluvias, aumento del caudal de los ríos y posteriores inundaciones en Venezuela, Colombia, Ecuador y el norte de Brasil. Mientras que Perú, Bolivia, sur de Brasil, Argentina y Chile en condiciones secas.
Varios de estos países han visto experimentando severas sequías desde el año pasado, afectando cultivos, secando ríos y afectando la energía hidroeléctrica. Existe la preocupación de que La Niña retrase aún más la temporada de lluvias del Cono Sur y haga que 2022 sea aún más seco.
La organización NOAA señaló que La Niña podría afectar los últimos meses de la actual temporada, particularmente activa de huracanes en el Atlántico.
Su impacto en otros países: en México, las autoridades meteorológicas dijeron que la activación de una nueva medida podría provocar una extensión de la temporada de lluvias hasta finales de noviembre, así como fuertes aguaceros en algunas partes del país, seguidos de un invierno más seco.
Condiciones más húmedas de lo usual y diversos impactos de los fenómenos climáticos
En Colombia, las represas están a más del 80 % de su capacidad, casi el doble de lo que se consideró un récord hace un año. En Centroamérica, la Comisión Regional de Recursos Hídricos ha pronosticado desde el verano que La Niña podría producir condiciones más húmedas de lo normal en la región, principalmente en la frontera México-Guatemala, en el sur de El Salvador; Honduras Central y Costa Rica y Panamá en el Océano Pacífico.
El clima extremo también ha afectado a otros países latinoamericanos. Mientras las autoridades venezolanas continúan buscando sobrevivientes en la zona de desastre. En Honduras, las lluvias de julio de la tormenta tropical La Niña han causado la pérdida de cientos de vidas y han cerrado áreas remotas y un aeropuerto en el norte del país.
La lluvia provocó inundaciones y deslizamientos de tierra en la provincia de Colón en Panamá, hiriendo a un total de 260 personas y matando a una, dijeron el sábado las autoridades locales.
En Nicaragua, la tormenta trajo fuertes vientos y lluvias torrenciales que destruyeron cientos de viviendas. Sin embargo, no causaron heridos, según el gobierno de Nicaragua.
Al menos dos personas han muerto luego del derrumbe de un muro que destruyó una casa en la provincia de Morazán, dijo el lunes la policía de El Salvador.
Se espera que el huracán Julia se degrade a depresión tropical el lunes por la tarde, pero se espera que las fuertes lluvias continúen afectando el norte de Sudamérica, así como Centroamérica y el Caribe.