Estas ciudades de Europa se verán más impactadas por el calor extremo en las próximas décadas. Las muertes vinculadas con la temperatura podrían aumentar en un cincuenta por ciento si no se toman medidas de disminución de emisiones, de acuerdo con un nuevo estudio que calcula que la mortalidad en el continente europeo podría subir en unos 2,3 millones de muertos antes del fin de siglo.
Las ciudades más afectadas por el calor extremo este 2025
Los cambios en las temperaturas por el calentamiento global podrían provocar más de 2,3 millones de muertes adicionales en las principales ciudades europeas antes de que termine el siglo. Es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), publicado este lunes en la revista Nature Medicine. El estudio indica que, si no se toman medidas urgentes para bajar las emisiones de carbono, el aumento considerable, más del 50 % de las muertes por calor en toda Europa superará ampliamente la esperada disminución de las muertes relacionadas con el frío.
De hecho, en todos los posibles escenarios de cambio climático se ve un incremento de la mortalidad, incluso en aquellos que han considerado la implementación de políticas de adaptación al calor. Sin embargo, los modelos que incluyen recortes significativos y rápidos de las emisiones de carbono, que limitarían el aumento de las temperaturas, muestran una notable reducción del número de muertes por calor extremo. En específico, los científicos del centro londinense indican que alrededor del 70 % de esas muertes adicionales son evitables, si se actúa con rapidez.
Por eso enfatizan la necesidad de combinar las políticas para preparar las ciudades ante los impactos del calentamiento global y aumentar los esfuerzos en la reducción de emisiones. Los resultados destacan la necesidad urgente de buscar tanto la mitigación del cambio climático como la adaptación al aumento del calor, explica Pierre Masselot, investigador del LSHTM y autor principal del artículo. Siguiendo un camino más sostenible podríamos evitar millones de muertes antes de que termine el siglo. Algo especialmente crítico en la zona mediterránea donde, si no se toman medidas, las consecuencias podrían ser desastrosas.
El calor extremo perjudica principalmente a las ciudades mediterráneas
De acuerdo con los resultados del estudio, la ciudad que tendría el mayor aumento en el número de muertes relacionadas con las temperaturas antes del año 2099 sería Barcelona 246.082, seguida de Roma 147.738, Nápoles 147.248 y Madrid 129.716. Valencia 67.519 también está entre las 10 ciudades con mayor aumento esperado de muertes. En el caso de Barcelona, es una ciudad bastante vulnerable al calor debido a sus altos niveles de tráfico y contaminación del aire, así como a la desigualdad en el acceso a los espacios verdes, señal Pierre Masselot. Y, en general, España es parte del punto caliente del cambio climático mediterráneo, una región que se calienta mucho más rápido que el resto del mundo.
En el pasado ya era un país cálido, con niveles altos de muertes por el calor, en el futuro estos podrían aumentar rápidamente con el incremento de las temperaturas. Aunque se espera que el aumento en las muertes por temperatura ocurra principalmente en las grandes ciudades mediterráneas debido a su mayor población, el estudio también indica que localidades más pequeñas de Malta, España e Italia podrían ser igualmente afectadas. En otras grandes ciudades europeas como París, se anticipa un aumento menor, pero aún notable 13.515, en las muertes relacionadas con la temperatura.
Más al norte, en las Islas Británicas y los países escandinavos, muchas localidades podrían reportar una disminución neta en muertes, incluida Londres -27.455, gracias a la reducción de fallecimientos por frío extremo. Sin embargo, los autores advierten que, a nivel continental, esta caída sería contrarrestada por el aumento de la mortalidad en el resto de Europa, especialmente en la mencionada región mediterránea y Europa central.
El cambio climático y sus cambios epidemiológicos
Para realizar sus simulaciones climáticas y epidemiológicas, la investigación ha desarrollado modelos matemáticos de las temperaturas en todas las ciudades.
Considerando también las posibilidades de adaptación y la estructura poblacional por edades. También se han tenido en cuenta los escenarios definidos por el sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Estos elementos se han combinado con proyecciones conjuntas sobre la evolución del clima, de la población y de tasas de mortalidad para estimar el número proyectado de muertes relacionadas con la temperatura atribuibles directamente al cambio climático.
Nuestras simulaciones epidemiológicas han incluido muertes por todas las causas relacionadas con el calor, que pueden causar la muerte de una persona por varios eventos diferentes, especialmente cardiovasculares debido al aumento de la presión arterial, así como respiratorios, aclara Masselot. Sin embargo, los autores señalan que los escenarios de adaptación considerados en esta investigación indican el nivel de reducción del riesgo necesario al limitar las temperaturas medias diarias. El documento no incluye muertes por fenómenos meteorológicos específicos que podrían alterar el número estimado de fallecimientos, como temperaturas nocturnas extremas y condiciones de humedad.
La buena noticia del estudio es que podemos adaptarnos, comenta Víctor Resco de Dios, profesor de Ingeniería forestal y Cambio global en la Universidad de Lleida, quien no participó en la investigación. Una adaptación que comienza con soluciones relativamente simples, aunque no gratuitas, como la instalación de aires acondicionados o la creación de espacios climatizados que sirvan como refugios climáticos, en centros comerciales, piscinas, entre otros. Pero también debemos considerar soluciones más complejas, como aumentar las áreas verdes en las ciudades para mitigar el efecto de isla de calor urbano y adaptar los sistemas de salud a estos cambios epidemiológicos.