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De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas todo niño tiene el derecho a vivir en un medioambiente limpio y los Estados tienen el deber de proporcionárselo. El Comité de los Derechos del Niño se maneja bajo una guía con medidas legislativas que los Estados tienen el deber de aplicarla para enfrentar la degradación del medioambiente.
Dicha legislación incluye garantizar que las compañías reduzcan sus emisiones y garanticen el acceso de los niños a la justicia.
Una guía para garantizarle un medioambiente limpio a los niños
El organismo de la ONU que se encarga de velar por los derechos de los menores es el Comité de los Derechos del Niño, y el pasado lunes publicó una guía sobre los derechos del niño y la garantía que deben tener los pequeños de vivir en un medioambiente limpio. El instrumento hace especial énfasis en la atención sobre el cambio climático.
Las recomendaciones de esta instancia de Naciones Unidas especifican las medidas legislativas y administrativas que los Estados deben aplicar de manera urgente para enfrentar los efectos adversos de la degradación del medioambiente y los efectos del cambio climático en el planeta. Además de garantizar un medioambiente limpio, saludable y sostenible y preservarlo para las generaciones que vienen.
Esta guía es conocida formalmente como Observación General número 26, y su adopción tiene lugar luego de un par de rondas de consultas con las naciones, las instituciones nacionales de derechos humanos, la sociedad civil, las organizaciones internacionales, los expertos en el ámbito y los menores.
Los niños exigen su derecho a vivir en un medioambiente limpio
El comité declaró que recibió 16.331 contribuciones de niños de 121 países, quienes compartieron y además informaron acerca de los efectos negativos de la degradación del ambiente en sus vidas y comunidades, y reafirmaron su derecho a vivir en medioambiente limpio y sano.
Kartik, un joven de 17 años de edad y activista por el clima y los derechos de los niños de la India y uno de los menores asesores del Comité, dijo que los niños son arquitectos, pensadores, líderes y agentes de cambio del mundo actual. Y que sus voces importan y merecen ser escuchadas.
También Kartik señaló que la Observación General número 26 es el instrumento que ayudará a los niños a entender y ejercer sus derechos ante las crisis medioambientales y climáticas
La importancia jurídica de la Observación General número 26
Mientras que la presidenta del Comité, dijo que esta Observación General tiene una gran significación jurídica y de largo alcance. Y agregó que en el instrumento se detalla las obligaciones de los Estados en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño para enfrentar los daños mediambientales y garantizar que los menores puedan ejercer sus derechos.
Por su parte, Ann Skelton dijo que esto abarca sus derechos a la información, los derechos que tienen los niños a la participación y el acceso a la justicia para asegurar que estarán protegidos de los daños provocados por la degradación del medio ambiente y el cambio climático y recibirán reparación.
La Observación General número 26 aclara la forma en que se deben aplicar los derechos del niño a la protección del medioambiente y resalta que tienen derecho a un medioambiente limpio, sano y sostenible. Este derecho se encuentra implícito en la Convención y directamente vinculado, particularmente, a los derechos a la vida, la supervivencia y el desarrollo del menor, al más alto nivel posible de salud, a un nivel de vida apropiado y además a la educación.
El instrumento también afirma que los Estados deben proteger a los menores contra los daños ambientales provocados por las actividades comerciales y que las autoridades están en la obligación de proporcionar marcos legislativos, para asegurar que las compañías respeten los derechos de los niños y exigirles a las empresas que actúen diligentemente en relación con el medioambiente y reduzcan sus emisiones.
El derecho del niño a la justicia
El Comité hizo la observación acerca de que, en muchos países, los menores tropiezan con obstáculos para obtener capacidad jurídica debido a su condición, lo que limita sus medios para que sus derechos se impongan en relación con el medioambiente.
En este sentido, los Estados deben ofrecerles vías para que los menores tengan acceso a la justicia por violaciones de sus derechos relacionados con daños ambientales. Hasta por medio de mecanismos de denuncia adaptados a los niños, que consideren los asuntos de género y que incluyan a las personas con discapacidad. También, debe haber medios disponibles para las reclamaciones por daños inminentes o previsibles y por violaciones anteriores o presentes.
La Observación General también hace énfasis en la urgente necesidad de que los países desarrollados aborden el actual déficit de financiación para el clima. Activando subvenciones en lugar de préstamos a las naciones en vías de desarrollo.
De acuerdo con los autores del instrumento, la inflación climática está demasiado sesgada hacia la mitigación a costa de la adaptación y las medidas de pérdidas y daños, lo que tiene efecto discriminatorio sobre los menores que habitan en zonas donde se requieren más medidas de adaptación.
En tal escenario, el Comité le hizo un llamado a los Estados a tomar medidas colectivas urgentes para enfrentar los daños medioambientales y al cambio climático.