El presidente Vucic asegura que las protestas en Serbia son un complot de Occidente para derrocar a su Gobierno

Este domingo Aleksander Vucic, presidente de Serbia, acusó a los manifestantes contra un proyecto de minería de litio en el país de ser parte de una guerra “híbrida” que está siendo apoyada por Occidente contra su Gobierno. Vucic prometió tomar acciones legales enérgicas contra los manifestantes que protestan en las calles y han bloqueado el tráfico el sábado.

Miles de personas protestan en Serbia contra la minería de litio

Esta representa una de las mayores protestas de los últimos años en Serbia, decenas de miles de ciudadanos salieron este sábado a las calles de la capital, Belgrado, en señal de rechazo a la minería de litio en el país balcano.

Varios de los protestantes bloquearon luego las vías en dos estaciones de ferrocarril de la ciudad y detuvieron por unos momentos el tráfico en una carretera importante de Belgrado. La Policía antidisturbios expulsó a estos manifestantes de las estaciones de tren a primera hora de este domingo.

Mientras tanto, Ivica Dacic, ministro del Interior serbio, dijo que catorce personas fueron arrestadas para luego ser interrogadas. La Policía se encuentra trabajando para identificar a todos los autores que prometen enfrentarán cargos, señaló el ministro Dacic.

Un enfoque “híbrido” ideado para derrocar al Gobierno de Serbia, según el presidente Vucic

Por su lado, este domingo Aleksandar Vucic, presidente de Serbia, declaró a los periodistas que, a pesar de que la protesta principal se llevó a cabo de forma democrática, el bloqueo del tráfico en la autopista equivalió a “terror de la minoría sobre la mayoría”.

También Aleksandar Vucic dijo a los periodistas que esta protesta forma parte de un enfoque híbrido diseñado para derrocar al Gobierno serbio. Además agregó que, el Gobierno sabía todo en detalle. Y lanzó una pregunta al aire: “¿Creen que has sorprendido a alguien? Siempre hemos sido comedidos, sin violencia aseguramos el orden en el país, sin problemas”.

En tal sentido, el presidente de Serbia señaló la semana pasada que los servicios de inteligencia rusos le habían avisado de que se estaban preparando disturbios masivos y un golpe de Estado en su país por parte de potencias de Occidente, aunque no especificadas, que desean expulsar a Vicic del poder.

El Gobierno serbio y los medios de comunicación, controlados por Estado, llevaron a cabo una gran campaña contra la manifestación del sábado, y la compararon con el levantamiento del Maidán en Kiev, la capital de Ucrania, que condujo al derrocamiento del entonces presidente prorruso del país, Viktor Yunakóvich, en el año 2013. Los encargados de organizar la protesta del sábado en Belgrado han negado en repetidas ocasiones tales acusaciones.

La manifestación de Belgrado se produjo luego de haber transcurrido una semana de protestas en decenas de ciudades serbias contra un plan del Gobierno de Vucic para permitir la minería de litio en un exuberante valle agrícola ubicado en el oeste de Serbia.

El viejo plan de Vucic y el acuerdo sobre materias primas críticas

Este plan fue descartado en 2022 luego de que se celebraran multitudinarias manifestaciones que incluyeron el bloqueo de carreteras y puentes clave. Sin embargo, se ha revivido el pasado mes de julio y recibió un significativo impulso en un acuerdo tentativo sobre “materias primas críticas” convenio por el Gobierno de Aleksandar Vucic y la Unión Europea (UE).

El país balcánico busca formalmente la adhesión a la Unión Europea al tiempo que mantiene vínculos muy cercanos tanto con China como con Rusia. El memorando de la UE sobre minería de litio y otros materiales clave imprescindibles para la transición verde acercaría a Serbia al bloque comunitario y reduciría la dependencia europea de China para los vehículos eléctricos y las baterías de litio.

Los ecologistas hacen un llamado de atención acerca de un grave impacto medioambiental, económico y social

A pesar de que el Gobierno de Serbia insiste en que el proyecto representa una gran oportunidad para el desarrollo económico del país, los detractores alegan que infligiría una contaminación irreparable al valle de Jadar, junto con sus cruciales reservas de agua subterránea y tierras de cultivo.

Este domingo el presidente serbio dijo que no habrá minería de litio en los próximos dos años mientras que se investigarán todos los riesgos, en un aparente gesto de intentar apaciguar a los ambientalistas. Además Vucic ofreció un referéndum acerca de este tema, algo que los críticos probablemente no tomen en serio dado el presunto historial de Aleksandar Vucic de manipular votos a su conveniencia.

Algunos antecedentes recientes

El pasado mes de julio, el cambio de opinión del Gobierno serbio acerca de un proyecto bloqueado de extracción de litio, inmediatamente seguido de un acuerdo para el suministro de materias primas esenciales a la Unión Europea, desencadenó una oleada de protestas en el país balcánico.

Pocos días antes de suscribir este acuerdo de cooperación con la UE, Serbia dio luz verde de nuevo al gigante minero angloaustraliano Rio Tinto para que explotara lo que podrían significar las mayores reservas de litio de Europa, aunque posiblemente se produzcan nuevos retrasos a medida que una nueva oleada de protestas arropó el país.

El proyecto minero del valle de Jadar estaba en suspenso desde 2022, cuando Serbia se vió obligada a retirar la aprobación de un plan espacial para el emplazamiento de 250 hectáreas en medio de una amplia oposición pública.

Sin embargo, luego un Tribunal Constitucional declaró ilegal la medida a comienzos de julio, el gobierno encabezado por el presidente Aleksandar Vucic adoptó enseguida un decreto el 16 de julio que permitiría la reanudación inmediata del proyecto de Jadar.

Una protesta anunciada

Después de transcurrir 3 días, Maroš Šefčovič, vicepresidente de la Comisión Europea, firmó una asociación estratégica durante una cumbre que se celebró en la Belgrado a la que asistió el canciller alemán, Olaf Scholz, y los dos se esforzaron por resaltar que las normas medioambientales serían una prioridad, aunque esto no parece hacer calmado las preocupaciones de los activistas ecológicos serbios.

Luego de 3 días de protestas locales, los grupos ambientalistas convocaron lo que representaba una manifestación masiva en Belgrado el sábado 10 de agosto, fecha límite que había sido fijada por la Alianza de Organizaciones Ecológicas de Serbia (SEOS) que busca obligar al gobierno a responder a las preocupaciones de los ciudadanos sobre el proyecto minero de Jadar.

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