Consejos médicos para mujeres de 20 años

A las mujeres de 20 años se les suele relacionar con una buena salud en general. Sin embargo, esta etapa puede representar también una oportunidad, ya que los hábitos que la mujer adquiere durante esta década serán los que sentarán las bases de su salud para el resto de su vida.

Las mujeres de 20 años requieren un nuevo médico de atención primaria

Los expertos dicen que entre los hábitos que las mujeres adquieren en la década de sus veinte debería estar ponerse en manos de profesionales sanitarios adecuados, responsabilizarse de su historial médico y conocer los antecedentes familiares de enfermedades y los factores de riesgo. Aunque también recomiendan que las mujeres de 20 años establezcan hábitos saludables de nutrición, ejercicio y sueño, además de prestar atención al consumo y los riesgos del tabaco, el alcohol y otras sustancias nocivas.

Casi siempre los pediátras dejan de atender a sus pacientes cuando cumplen los 18 años, por tal motivo la mayoría de las mujeres de 20 años requieren hallar un nuevo médico de atención primaria.

La cardióloga de Northwell Health en Nueva York (EEUU), Stacy Rosen, dijo que “no existe relación más importante, aparte de tus seres queridos, que la que se desarrolla con un médico de cabecera”. Y que establecer estas relaciones cuando se es joven y aparentemente sano es lo más importante que puede hacer una persona joven.

En el caso de las mujeres de 20 años, este profesional puede ser un ginecólogo obstetra o un médico de medicina interna. En caso de tratarse de un ginecólogo obstetra, la mujere debería poder esperar algo más que un simple examen pélvico en sus visitas, sugirió Rosen. Halla un médico de confianza que sepa que todas las partes del cuerpo se encuentran conectadas, recomendó.

Mujeres de 20 años ante el reto de pasar de un médico pediátra a un ginecólogo como médico de confianza

Debido a la escasez de médicos de atención primaria que se vive actualmente en países como Estados Unidos o España, puede resultar desalentador hallar un sanitarista de confianza tras dejar al pediatra, explicó Yul Ejnes, médico internista residente en Cranston, Estados Unidos. El experto dijo que hacer esa transición puede resultar todo un reto. Aunque recomendó comenzar por pedir recomendaciones a familiares y amigos.

Ejnes también recomendó a las mujeres de 20 años aprovechar la primera visita con el nuevo médico para contarle sobre sus antecedentes familiares y personales, además de informarle sobre los problemas de salud actuales y también contarle sobre las aficiones y hábitos que se tienen.

Si todavía no se cuenta con un dentista ni con un oftalmólogo, esta también es la oportunidad para buscar un dentista que te haga limpiezas y revisiones periódicas, al igual que una evaluación básica de la salud de tus ojos.

Establecer hábitos saludables a partir de los 20 año

Se recomienda a las mujeres de 20 años centrarse en los dos principales hábitos saludables: la alimentación y la actividad física.

Al referirnos a  hábitos alimentarios saludables, estamos hablando de consumir mucha fruta, verdura y proteínas magras en la ingesta diaria y eliminar o reducir al mínimo el consumo de alimentos muy procesados.

En cuanto a la actividad física, a los adultos se les recomienda que incluyan al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada o 75 minutos de actividad vigorosa semanalmente. También se aconseja que los adultos hagan entrenamiento de resistencia o alguna otra actividad de fortalecimiento muscular un par de veces a la semana.

Rosen dijo que hay una actividad para la salud cardiovascular y otra para la salud articular y de los huesos, por lo que es conveniente hacer las dos cosas: no son intercambiables. Agregó que con media hora diaria a la semana se logran los 150 minutos, aunque no es necesario comenzar por ahí si no se hace mucho. Un poco de actividad física es mejor que nada, aseguró. Pero es importante asegurarse de dormir suficiente después.

Hábitos de sueño saludables

La doctora Rosen señaló que las mujeres de 20 años tienden a pensar que no necesitan dormir nada, pero no es así. Los hábitos de sueño saludables cuando se tiene veinte llegan a ser hábitos para toda la vida, y el sueño de mala calidad o inadecuado es un riesgo cardiovascular silencioso y tácito, aseguró.

Otro punto importante es no olvidarse del cuidado de la piel, que contempla la protección solar para minimizar el riesgo de cáncer de piel.

Por último, no te olvides del cuidado de la piel, incluida la protección solar para reducir el riesgo de cáncer de piel. La gente debe aplicarse un protector solar de al menos SPF 30 cada vez que vaya a exponerse a la luz solar de forma directa, incluso en el auto, en el transporte público o en una oficina con luz solar directa que entra por las ventanas, explicó el dermatólogo Michael Cameron, especialista del Mount Sinai Medical Center, en EEUU.

Además, protegerse de la radiación UV del sol retrasa el envejecimiento de la piel. Puedes contrarrestar todavía más el daño que estos rayos producen en la piel aplicándote cada noche una crema de retinol (vitamina A) que se despacha sin receta médica, luego de utilizar un limpiador suave, y un suero de vitamina C todas las mañanas.

Cuidado con los antecedentes familiares y con el riesgo de cáncer

Gran parte de los futuros riesgos para la salud de las mujeres de 20 años dependerán de las variaciones genéticas inscritas en su ADN, y este es el momento de averiguarlo.

Al respecto, Stacy Rosen señaló que “Reunir los antecedentes familiares para asegurarse si el riesgo de padecer diferentes afecciones es alto, bajo o medio es muy determinante cuando se tiene 20 años“, más aún mientras vivan los padres y, posiblemente, los abuelos o hasta los bisabuelos.

Una amplia gama de cánceres se dan en familias. Esta década es la mejor oportunidad que tienes para conocer tu riesgo de padecerlos, así como cardiopatías, diabetes, enfermedades mentales y Alzheimer. la Biblioteca Nacional de Medicina y los CDC, en Estados Unidos, disponen de guías para recopilar un historial médico familiar completo.

En función de lo que conozcas acerca de tus antecedentes familiares, es posible que quieras consultar con un asesor genético para decidir si debes someterte a las pruebas de detección de variantes genéticas que pueden aumentar el riesgo de sufrir determinados tipos de cáncer. Y si no optas por las pruebas genéticas, a los 20 años también es el mejor momento para comenzar a conocer tu riesgo de padecer cáncer de mama. Debido a que este es el cáncer más frecuente en las mujeres, aparte del cáncer de piel, aunque el riesgo varía mucho en dependiendo de la genética, el estilo de vida y otras exposiciones.

Salud sexual y reproductiva en mujeres de 20 años

Si el caso es que solo te ves con un médico a los 20 años, este debería ser un ginecólogo obstetra, porque muchos problemas de salud que surgen décadas más tarde suelen derivarse de la salud sexual y reproductiva de la mujer.

Stacy Rosen dijo al respecto que aunque se trate de los órganos reproductores, pueden repercutir en la salud del corazón y el cerebro en el futuro de la persona.

Por ejemplo los periodos menstruales irregulares, pueden provocar la detección de la poliquistosis ovárica, que predice un mayor riesgo de cardiopatías más tempranas, explicó Rosen. También la primera menstruación, temprana o tardía, y el uso de anticonceptivos hormonales son factores que pueden influir en el riesgo cardiovascular futuro. Y todo lo que suceda durante el embarazo, ya sea hipertensión, preeclampsia, diabetes gestacional, pérdida del embarazo o partos prematuros, se encuentra relacionado con el riesgo posterior de cardiopatías.

Las pruebas para detectar el cáncer de cuello uterino empiezan justo a los 20 años, con una citología vaginal cada 3 años. Pero los exámenes en esos otros años también son una oportunidad para: exámenes de salud mental; exámenes pélvicos; conversaciones sobre planificación familiar, asesoramiento sobre anticoncepción y riesgo de cáncer de mama; exámenes para detectar infecciones de transmisión sexual y posibles exámenes físicos de las mamas.

Se recomiendan las pruebas de detección anual de ITS

Sarah Pachtman, ginecóloga obstetra y especialista en medicina materno-fetal del Hospital Universitario North Shore (EEUU) y Healthy Mama Doc en Instagram, dijo que las pruebas de detección de ITS deben individualizarse en función de los factores de riesgo y la cantidad de parejas sexuales con las que la mujer mantiene relaciones sexuales sin protección. Y agregó que la detección anual de ITS es prudente, aunque una detección más frecuente puede tener sentido para algunas personas.

Pachtman también dijo que si la mujer no quiere quedar embarazada, debe hablar de sus opciones de anticonceptivos con su médico. Cuanto más eficaces sean dichas opciones y más fáciles de usar, más probabilidades tendrá de utilizarlos con regularidad y de manera correcta.

Esta ginecóloga obstetra explicó que los anticonceptivos sólo funcionan si se utilizan siempre de la forma correcta. Los más eficaces son los anticonceptivos de acción prolongada, como los DIU. Agregó que todos los embarazos tienen riesgos hasta cierto punto, y tomar anticonceptivos es seguro.

Si la mujer desea quedar embarazada, debe consultar antes a su ginecólogo para que le explique cómo optimizar su salud antes del embarazo, señaló Pachtman.

También cuidar la salud mental durante el embarazo

Pachtman advirtió que si tienes un embarazo no planificado que piensas mantener, tu primera visita debe ser a las 8 o diez semanas de embarazo para realizar un cribado fetal. Te debes asegurar además de recibir las vacunas recomendadas durante el embarazo.

El ginecólogo u otro profesional de atención primaria también deberían preguntarle a la mujer por su salud mental y sus niveles de estrés. A pesar de que existen muchas recomendaciones para la detección de la ansiedad y la depresión, la experta no cree que sean suficientes, y le pregunta a sus pacientes acerca de los síntomas de ansiedad y depresión, el consumo de sustancias y el riesgo de violencia de pareja en cada visita.

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