Cuando necesita diagnosticar con precisión las enfermedades, puede pensar que necesita máquinas y equipos costosos y de alta tecnología que puedan observar en profundidad lo que sucede dentro del cuerpo, debajo de la piel. Si bien estos dispositivos de alta tecnología son ciertamente sorprendentes, no son los únicos capaces de detectar afecciones médicas.
Perros que alertan las enfermedades en las personas
De hecho, incluso podrías vivir en la misma casa que una de estas poderosas herramientas de detección de enfermedades. No es raro que los dueños desprevenidos de mascotas descubran que tienen problemas de salud gracias a sus mascotas. Los ejemplos incluyen perros que lamen, olfatean e incluso intentan morder marcas en la piel de sus dueños que luego fueron diagnosticadas como melanoma.
De hecho, muchas especies animales, desde el gusano microscópico C elegans hasta hormigas, ratones y perros, han demostrado con éxito la capacidad de detectar enfermedades en humanos y en muestras biológicas en experimentos. Las enfermedades detectadas incluyen cáncer e infecciones del tracto urinario después de la infección gastrointestinal por Covid-19 o Clostridium difficile. La mayoría de estas enfermedades son riesgosas para la salud, específicamente en pacientes que tienen el sistema imunológico comprometido. Lo que hace fundamental la detección temprana y precisa de dicha enfermedad. Estos son sólo algunos de los animales sorprendentes que pueden revelar enfermedades en los humanos.
Este es quizás el ejemplo más famoso de animales capaces de detectar una variedad de enfermedades, incluida la enfermedad de Parkinson, el cáncer de vejiga y la malaria. Los perros médicos especialmente entrenados también pueden detectar convulsiones y niveles bajos de azúcar en sangre en los diabéticos. El olfato del perro es vital para reconocer enfermedades específicas, incluso cuando estas tienen concentraciones muy bajas de olores. Está comprobado que el olfato del perro es más de 5 mil veces mejor y más eficiente que el del ser humano. Incluso pueden utilizar sus fosas nasales para explorar nuevos olores por sí solos. Inicialmente, los perros con biosensores y alarmas médicas fueron entrenados para asociar ciertos olores con recompensas positivas, como golosinas o juguetes.
Ratones que olfatean enfermedades y alteraciones químicas
Luego están preparados para reconocer cambios en el olfato o cambios físicos y de comportamiento en el cuidador para predecir un ataque, u otro evento de salud. Los perros de detección biológica a menudo se quedan quietos cuando reconocen un olor y esperan una recompensa. Los perros en estado de alerta a menudo interactúan con sus cuidadores, a veces rascándolos o empujándolos para indicarles que se deben tomar medidas para su seguridad. Los ratones también son excelentes para detectar olores específicos. Una especie africana gigante ha sido entrenada para detectar minas terrestres en Mozambique.
También son un asistente eficaz en los exámenes médicos y desempeñan un papel importante en la detección de tuberculosis en muestras de esputo tomadas de casos sospechosos. El ratón es muy rápido y sólo necesitó 20 minutos para escanear muestras de 100 pacientes. Utilizaron su sentido del olfato para detectar rastros químicos de tuberculosis en muestras. La recompensa por el trabajo bien hecho es un trozo de aguacate y un plátano. Esto convierte a estos ratones entrenados en una opción valiosa cuando el tiempo y el dinero gastados en instalaciones de diagnóstico y detección pueden ser limitados.
Las abejas tuvieron un gran éxito e identificaron correctamente los casos positivos de tuberculosis el 81 % de las veces. Estos insectos pueden detectar signos de varias enfermedades en muestras, incluido el cáncer de pulmón, la tuberculosis y el Covid-19. Son extremadamente sensibles a bajas concentraciones de olores, lo que les permite detectar cambios químicos al igual que los perros y las ratas. Los científicos han entrenado a las abejas para que respondan a la presencia de olores específicos haciéndolas sacar la lengua para recibir estimulación del azúcar. Con el ejercicio, esta respuesta se vuelve constante y altamente sensible a los olores asociados con la afección médica.
Capacidad de las abejas para detectar enfermedades
Esta capacidad hace que las abejas sean útiles para detectar enfermedades, al igual que otros animales. Su tamaño puede convertirlos en una opción aún más eficaz y económica para el análisis rápido de muestras. Pero ¿cómo pueden los animales determinar la presencia de enfermedades específicas? Esto se debe a la capacidad de muchos de ellos para detectar pequeños cambios en la química olfativa de una persona. Muchas especies, incluidos perros, ratas y abejas, pueden detectar cambios muy sutiles en los llamados compuestos orgánicos volátiles, COV, que el cuerpo libera en cantidades muy pequeñas, incluso cuando los humanos son personas sanas.
De hecho, el aire que respiramos contiene alrededor de 3500 COV diferentes. La composición y concentración de los COV emitidos por el organismo varían según el estado de salud del individuo y variarán a la hora de combatir infecciones o problemas de salud. La capacidad de los animales para detectar enfermedades aporta más beneficios que solo los humanos. Por ejemplo, el gusano C elegans no sólo puede detectar cáncer en muestras humanas, sino que su excelente sentido del olfato también le ayuda a detectar cáncer en muestras de perros y gatos.
La capacidad de detectar con precisión enfermedades en diferentes especies podría convertir a los detectores de animales entrenados en un método eficaz, no invasivo, rápido y rentable para identificar enfermedades específicas. Esto puede mejorar aún más las interacciones positivas entre humanos y animales. En particular, actualmente las regulaciones sólo reconocen a los animales utilizados para detectar enfermedades como herramientas de detección utilizadas junto con técnicas de diagnóstico médico. Sin embargo, si la normativa lo permite, la detección de animales algún día podría convertirse en un importante elemento de diagnóstico.
Capacidades sensoriales de los animales
De hecho, los perros detectores detectaron el Covid-19 más rápido y más barato, que las pruebas de PCR convencionales. Al comprender las capacidades sensoriales de los animales, podemos ayudar a mejorar aún más los experimentos de laboratorio explotando algunas de sus asombrosas habilidades.
Si bien aprovechar las capacidades olfativas de los animales puede beneficiarnos, es importante recordar que la salud y el bienestar de la especie en cuestión también debe ser una prioridad. Siempre se debe considerar la ética de trabajo del animal, así como el costo, la seguridad y la eficacia de cualquier programa de detección de enfermedades.
Jacqueline Boyd es profesora titular de ciencia animal en la Universidad de Nottingham Trent.