La dieta mediterránea es equilibrada, flexible y fácil de seguir; además ayuda a prevenir las enfermedades crónicas que acortan la vida. Este estilo de alimentación ha funcionado durante generaciones, y funciona durante toda nuestra vida.
La dieta mediterránea es la que menos impacta al medioambiente
Los españoles tienen bien aprendida una lección que, para habitantes de otros países del mundo, continúa siendo desconocida. Hay quienes piensan que la dieta mediterránea es exótica, en realidad es una maravilla. Ya que recientes investigaciones señalan que además es la que menos impacta al medioambiente.
A pesar de que no seas un seguidor del hummus, de las aceitunas o del tabulé, vale la pena darle un chance a la dieta mediterránea porque, en el momento de jerarquizar patrones de alimentación saludable, el estilo de alimentación mediterráneo aparece constantemente en los primeros puestos de todos lo ránkings.
La medicina preventiva y la dieta mediterránea
Este mismo año, “U.S. News and World Report” ha clasificado a la dieta mediterránea como la número 1 en general, y también le dio el primer lugar como la mejor dieta para comer sano y por ser el mejor régimen alimenticio basado en plantas. Este tipo de alimentación es muy rica y nutritiva, además su consumo se relaciona con diversos beneficios para la salud.
Por otro lado, es muy fácil de hacerla y es sostenible a largo plazo. Además, no hace falta vivir en un país de la región mediterránea ni salir de casa para hacer esta dieta o aprovechar sus beneficios.
El especialista en medicina preventiva, ex presidente del Colegio Americano de Medicina del Estilo de Vida y uno de los autores de “How to eat”, David Katz; aseguró que la dieta mediterránea parece ser el donante universal de amor y placer.
Recoge los fundamentos de la nutrición integral, saca a la persona del ámbito de las soluciones rápidas y la lleva al ámbito del estilo de vida. Esta forma de alimentación ha funcionado durante generaciones y va a funcionar durante toda la vida, agregó Katz.
Alarga la esperanza de vida
Otro aspecto positivo de la alimentación mediterránea es que se asocia a una mayor longevidad. En una investigación que fue publicada en una edición de este año de “JAMA Internal Medicine”, los expertos hicieron una comparación entre los efectos de la adherencia a varios patrones de alimentación saludable y hallaron que la gente que seguía de cerca una dieta mediterránea a largo plazo tenía un riesgo cerca de un 20 % menor de morir prematuramente por cualquier motivo durante un período de 36 años.
Katz señaló que enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la diabetes tipo 2, las neurodegenerativas, las respiratorias y el cáncer son las principales causas de muerte. Si se logra reducir el riesgo de estas enfermedades crónicas, probablemente la persona pueda vivir más tiempo. La dieta del Mediterráneo aumenta la vitalidad y ayuda a prevenir las enfermedades crónicas que acortan la esperanza de vida, agregó el experto.
Cómo surgió la dieta del Mediterráneo
Este tipo de alimentación se remonta a la década de 1950, en el momento en que el fisiólogo de Minnesota (EEUU), Ancel Keys, tuvo la idea del llevar a cabo el Estudio de los Siete Países. El trabajo reunió a un grupo de investigadores para el estudio de la relación entre dieta, las enfermedades cardiovasculares y otros factores del estilo de vida en Italia, Grecia, Finlandia, Países Bajos, Japón, la antigua Yugoslavia y Estados Unidos.
En el estudio hallaron vínculos entre los patrones dietéticos de la gente, sus niveles de colesterol en sangre y su riesgo de cardiopatía coronaria, los científicos además hallaron que las personas que vivían en determinados países ribereños del mar Mediterráneo mostraban tasas más bajas de enfermedades cardiovasculares y muerte prematura por cualquier causa que las personas que vivían en otras regiones.
Los alimentos que componen el estilo de alimentación mediterráneo
Los países de la zona del Mediterráneo además tenían otras cosas en común. La gente de Italia, Grecia y otros países mediterráneos consume dietas ricas en alimentos vegetales. Los productos básicos están compuestos sobre todo por cereales integrales, verduras, alubias, frutas, semillas, frutos secos, hierbas, especias y grasas saludables como el aceite de oliva extra virgen.
Además, esta dieta incluye cantidades moderadas de proteínas magras, como el pescado, aves, marisco, huevos, productos lácteos como el yogurt y vino tinto con las comidas. La ingesta de esta combinación de alimentos, con el tiempo pasó a llamarse dieta mediterránea.
Keith Ayoob, un dietista de Estados Unidos y catedrático asociado emérito de pediatría en la Facultad de Medicina Albert Einstein, aseguró que se trata de una dieta equilibrada, con principios sencillos que no son excluyentes, cosa que mucha gente aprecia.
Tanto así que este estilo de alimentación saludable es intrínsicamente flexible. Ya que la dieta del Mediterráneo contiene elementos saludables de todos los grupos de alimentos. Es decir, contiene cereales (hidratos de carbono o carbohidratos complejos); grasas saludables como el aceite de oliva y ácidos grasos omega-3 (de pescado) y proteínas magras, explicó la cardióloga y catedráticas asociada de medicina en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (EEUU). Y agregó que en la dieta mediterránea hay para todos los gustos.
Beneficiosa para el cerebro
Uno de los motivos por los que esta dieta es considerada la mejor es porque se encuentra entre los planes alimentarios más estudiados en el campo de los beneficios para la salud de las personas. Los estudios han hallado que seguir una dieta mediterránea se asocia a un menor riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, diabetes tipo 2 y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
Por otra parte, este estilo de alimentación ayuda a prevenir las enfermedades neurodegenerativas, se ha hallado que reduce el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Una investigación publicada en el número del año pasado de la revista “JAMA Network Open”, los científicos estudiaron los efectos a largo plazo de una adherencia alta o baja a la dieta mediterránea entre mas de seis mil adultos hispanos de mediana edad o mayores. Los investigadores hallaron que aquellos participantes que se adhirieron estrechamente a la dieta del Mediterráneo tuvieron una mejor cognición general y un menor nivel de deterioro del aprendizaje y la memoria durante 7 años, en comparación con los participantes con un bajo nivel de adherencia.
Lisa Mosconi, neurocientífica y directora del Programa de Prevención del Alzheimer de Weill Cornell Medicine, explicó que ciertos nutrientes que están presentes en los alimentos de la dieta como los antioxidantes y los ácidos grasos omega-3, tienen efectos protectores sobre las células del cerebro.
Los estudios sugieren que la adherencia a este estilo de alimentación se asocia con un mayor volumen cerebral y una menor tasa de atrofia cerebral, que son indicadores de un envejecimiento cerebral más saludable, agregó la investigadora.
Otros estudios hallaron que la adhesión a esta dieta, al actuar simultáneamente sobre múltiples mecanismos, puede prevenir la muerte celular y restaurar la función de las neuronas dañadas.