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A través del ADN se puede visualizar el cáncer colorrectal. La misma firma de mutación, llamada SBS93 y posiblemente relacionada con fumar y beber, apareció en uno de cada tres cánceres. La vida puede depender de una letra. El cuerpo humano está formado por unos 30 billones de células que trabajan en equipo con una sincronización inimaginable.
Mutaciones en el cáncer colorrectal
Cada tipo de célula, neuronas del cerebro, glóbulos rojos, enterocitos del intestino, desempeña su función gracias a un catálogo interno de ADN escrito en aproximadamente 3 mil millones de letras ATGGCGAGT. Cada letra es simplemente la primera letra de un compuesto químico con cantidades variables de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. T – timina (C₅H₆N₂O₂). G significa guanina (C₅H5N₅O). Cambiar solo una de estas letras es suficiente para que una célula se vuelva cancerosa y comience a reproducirse frenética y agresivamente.
Usualmente, el cáncer colorrectal de por sí, normalmente es causado por células intestinales alteradas. Como sonsecuencia casi un millón de personas fallecen al año por dicha enfermedad en todo el mundo. El próximo miércoles, el mayor estudio genético sobre el cáncer jamás realizado revelará errores mortales en el ADN. Los autores analizaron el genoma completo, letra por letra, de más de 2.000 casos de cáncer colorrectal de pacientes que participan en el proyecto 100.000 Genomas, una iniciativa británica para analizar el ADN de las células cancerosas u otras enfermedades complejas. En el trabajo ha participado la bióloga computacional Claudia Arnedo, nacida hace 30 años en Castellón de la Plana.
Hasta la fecha, hemos podido caracterizar el conjunto más completo de firmas mutacionales en el cáncer colorrectal, señaló. Las firmas de mutación son cambios en secuencias de letras causados por un mecanismo específico. Por ejemplo, la llamada SBS4, sustitución de una sola base, sustitución de una sola letra, es causada por fumar. Arnedo, antes del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona y ahora de la Universidad de Cambridge, recuerda que se identificaron unas 100 firmas de mutaciones, la mayoría de las cuales eran de origen desconocido. Una nueva investigación ha revelado la importancia de SBS93, que se caracteriza por cambios de T (C₅H₆N₂O₂) a C (C₄H₅N₃O) y de T a G (C₅H₅N₅O).
Genes no relacionados con el cáncer
El SBS93 se ha relacionado anteriormente con el cáncer de esófago y de estómago, pero la causa sigue siendo desconocida. En nuestro estudio, encontramos que SBS93 es una de las características mutacionales más comunes del cáncer de colon, especialmente en tumores caracterizados por la estabilidad, dijo Arnedo en microscopía, es la característica más común. SBS93 apareció en 1 de cada 3 cánceres analizados, especialmente en aquellos diagnosticados a una edad más temprana.
Aún no conocemos el mecanismo que causa esto, pero hemos determinado que a menudo ocurre junto con otros marcadores de mutación, incluidos algunos asociados con el consumo de alcohol y tabaco, y descubrimos que SBS93 puede tener un origen similar, señaló el científico. El genetista Ian Tomlinson dirigió la investigación en la Universidad de Oxford en Inglaterra. Los autores identificaron más de 250 genes portadores de mutaciones que causan cáncer colorrectal utilizando diversos métodos computacionales, incluidos algunos desarrollados por el equipo de la bióloga Nuria López Bigas en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona. Cincuenta de estos genes no se han relacionado con el cáncer.
Los resultados, publicados el próximo miércoles en la revista Nature, representan la mejor ciencia del mundo. Las bacterias que viven en el sistema digestivo humano se han relacionado con cambios genéticos que causan cáncer. Así lo demostraron el biotecnólogo español Cayetano Plegezuelos y sus colegas del Instituto Hubrecht, Países Bajos, en un estudio publicado en febrero de 2020.
Los expertos hallaron que una cepa de la bacteria Escherichia coli genera una molécula tóxica denominada colibactina, que invade el ADN de las células humanas. Una nueva investigación demuestra que las mutaciones provocadas por este microorganismo se producen en el 13 % de los cánceres analizados.
Tratamiento de precisión contra el cáncer
Una dieta rica en fibra, frutas, verduras, frijoles, cereales integrales, y baja en carne procesada ayuda a mantener una comunidad saludable de bacterias intestinales. El biólogo José Tubio de la Universidad de Santiago de Compostela elogió el estudio, en el que no participó. Un gran número de cánceres nunca antes habían sido tratados. Esto ayuda a detectar genes mutados que parecen estar relacionados con la enfermedad, y esos genes no han aparecido en estudios anteriores porque son mucho más raros. Tubio, que colaboró en 2020, añadió que este es un tratamiento de precisión contra el cáncer, identificar todas las mutaciones, incluso si son raras, para que en el futuro podamos intentar desarrollar medicamentos específicos o estimular el sistema inmunológico para hacer frente a estos cánceres.
Un análisis innovador de más de 2.600 genomas de 38 tipos diferentes de cáncer, publicado por un consorcio internacional. Nuevos hallazgos confirman que la industria tabacalera es el enemigo número uno de la salud pública mundial, como advirtió en una entrevista a EL PAÍS la doctora Elisabeth Weiderpass, directora de la A.I.I.C. (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer). Es una industria mortal. La muerte es su producto. La mitad de las personas que pagan por sus productos morirán.
José Tubio pidió a las autoridades implementar medidas preventivas mucho más fuertes, como la prohibición del tabaco para la nueva generación de niños. En abril, el Reino Unido aprobó una normativa que prohíbe a partir de 2027 la venta de productos de tabaco a personas nacidas después de 2008. El 13 % de la población fuma. En España esta cifra llega hasta el 22 %. El cáncer colorrectal es el tercer cáncer más común y la segunda causa de muerte en el mundo después del cáncer de pulmón. Debido a los avances médicos, el porcentaje de supervivencia a cinco años, actualmente es del 65 %. En los últimos años, la incidencia del cáncer colorrectal ha aumentado misteriosamente en personas menores de 50 años, a una tasa alarmante del 3 % anual en muchos países. Los principales sospechosos son la obesidad, el sedentarismo y las bebidas azucaradas.