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La comunidad científica describe los innumerables destrozos que el alcohol hace en nuestro cuerpo. Los científicos están descubriendo que hasta el consumo moderado de alcohol puede provocar daños más perjudiciales de lo que pensábamos.
Beber alcohol socialmente, ¿cómo le afecta a nuestro cuerpo?
Las personas tomamos alcohol desde haces miles de años, beber una copa de vino o una cerveza al finalizar un día duro o brindar con los amigos en una ocasión especial son costumbres fuertemente arraigadas en nuestra cultura.
Sin embargo, muchos de nosotros no sabemos cómo le afecta a nuestro cuerpo todo ese alcohol. La comunidad científica constantemente está descubriendo nuevas pruebas y nuevos datos que sugieren que el beber alcohol de forma moderada podría ser más perjudicial de lo que imaginábamos.
El alcohol es un carcinógeno del grupo 1, se relaciona con el cáncer de laringe, boca, faringe, esófago, colorrectal, hígado y cáncer de mama. La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2023 declaró que no existe una cantidad segura de alcohol que consumir, y agregó que no existen pruebas de que los posibles beneficios cardiovasculares proporcionados por una copa de vino tinto compensen sus riesgos de cáncer.
Por otro lado, se debe tomar en cuenta que algunas personas corren mayores riesgos. Aquí le resumimos parte de lo que la ciencia enseña acerca de cómo el alcohol afecta a nuestro cuerpo, y lo que podemos hacer al respecto.
En las mujeres los efectos del alcohol son mucho más graves
Meryl Davids Landau escribió en una historia de agosto del año pasado que incluso cuando consumen la misma cantidad de alcohol que los hombres, las mujeres son más susceptibles a sus efectos nocivos. Las muertes asociadas con el consumo de alcohol están aumentando en las mujeres, además de aumentar el riesgo de cáncer de mama a lo largo de la vida hasta un 9 % con una sola copa al día. El consumo de alcohol también puede afectar a la fertilidad y a la menopausia.
Los científicos le explicaron a Landau que esto es provocado en parte porque las mujeres tienen más tejido adiposo y menos agua corporal que los hombres de peso similar, lo que causa una mayor concentración de alcohol en la sangre. Meryl Davids Landau escribió que las mujeres también tienen menos enzimas que metabolizan el alcohol y al parecer fluctuaciones hormonales de ellas influyen en la rapidez con que se descompone el alcohol.
Esta condición además podría afectar a que las mujeres no sean cien por ciento conscientes de la cantidad de alcohol que están bebiendo.
Es más complicado para nuestro cuerpo consumir alcohol a medida que envejecemos
No solo le es más difícil tolerar el alcohol a las mujeres cuando envejecen. Esto nos sucede a todos, a medida que envejecemos nuestro cuerpo se vuelve más vulnerable ante el alcohol.
Como ocurre con ellas, también los cuerpos de los hombres tienen menos agua corporal a medida que envejecemos. En este sentido, Alison Moore, directora del Centro de Envejecimiento Saludable de la UC San Diego y del Instituto Stein de Investigación sobre el Envejecimiento, en Estados Unidos; dijo en el reportaje de Stacey Colino de julio de este año acerca del envejecimiento e intolerancia al alcohol, que si la gente bebe la misma cantidad a los 80 años que a los 30, su nivel de alcohol en sangre será mucho más alto.
Por otro lado, las enzimas que ayudan a nuestro cuerpo en la metabolización del alcohol disminuyen con el pasar de los años. Y el cerebro que también se pone más viejo es más vulnerable a los efectos del alcohol, que pueden afectar al equilibrio y la coordinación, con el correspondiente aumento del riesgo de deterioro y caídas del tiempo de reacción.
Nuestro cuerpo envejece en ráfagas
¿No te has percatado que despiertas con resaca y de golpe notas más tu edad es mayor? No es para menos. Los científicos han hallado que, realmente, nuestro cuerpo envejece en 2 ráfagas, a los 44 años y a los 60, como lo dijo Daryl Austin en septiembre pasado. Dichos cambios moleculares pueden explicar algunos de los repentinos cambios visibles en nuestro organismo, como las arrugas y la flacidez de la piel.
Estos cambios además pueden explicar el empeoramiento de nuestras resacas. Cuando la persona llega a los 44 años, algunos de los cambios moleculares que notaron los investigadores se produjeron en células que afectan su capacidad para metabolizar el alcohol.
Consumir alcohol antes de acostarnos es especialmente perjudicial para nuestro organismo
Para nada es una sorpresa que una noche donde bebemos mucho alcohol puede alterar nuestro sueño. Sin embargo, los investigadores están descubriendo que hasta una sola copa puede llegar a causar problemas, como lo dijo Tara Haelle en una historia de junio de este año.
De acuerdo con Ian Colrain, presidente ejecutivo del instituto MRI Global, en Kansas City (EEUU), el sueño está diseñado para brindar una especie de vacaciones cardíacas, mientras dormimos el ritmo cardíaco desciende, la tensión arterial baja, entre otras cosas. Pero el alcohol sube la frecuencia cardíaca, y los estudios de Colrain han hallado que incluso una copa de alcohol puede mantener alta la frecuencia cardiaca durante 4 horas de sueño.
Ingerir alcohol antes de acostarnos también puede fragmentar nuestro sueño REM y elevar el riesgo de apnea del sueño y adicción a la bebida.
No bebas mientras vueles
Tomar un trago en un vuelo de larga distancia puede resultar peor. Así como lo dijo Leah Worthington en julio pasado, un nuevo estudio ha descubierto que el alcohol agrava los efectos de la altitud en el cuerpo de las personas, sumando una carga extra en el sistema cardiovascular, agravando la deshidratación, reduciendo los niveles de oxígeno en sangre y dañando la calidad del sueño.
A pesar de que los más jóvenes y sanos pueden tolerar cierto grado de hipoxemia (reducción del oxígeno en los pulmones y el torrente sanguíneo) las consecuencias pueden ser muy malas para las personas mayores o las que sufren enfermedades pulmonares o cardíacas.
¿Sabes por qué te despiertas ansioso después de tomar alcohol?
Ni siquiera los que están jóvenes y sanos pueden liberarse de uno de los efectos del alcohol en nuestro cuerpo: la ansiedad. Se te ha pasado que te has despertados después de una noche de tragos sintiéndote intranquilo o nervioso, entonces sabes de que estoy hablando. La ciencia nos dice que el alcohol que consumimos es el culpable de esta ansiedad. El alcohol puede interferir con ciertos neurotransmisores del organismo que mantienen la ansiedad bajo control.
Hasta cuando el alcohol está fuera de nuestro cuerpo, su subproducto tóxico, el acetaldehído, es capaz de seguir causando estragos. Stephen Holt, director de la clínica de recuperación de adicciones del Hospital Yale-New Haven (EEUU), explicó que, a lo largo del día, a medida que se excreta esta sustancia, el cuerpo se recupera de la intoxicación. Esto puede causar síntomas como fatiga y náuseas, que a su vez pueden hace que nos sintamos más ansiosos, agregó Holt.
La capacidad regenerativa de nuestro hígado
El acetaldehído además se acumula en las células de nuestro hígado. El tiempo durante el que lo hacen puede determinar el grado del daña causado al hígado. Pero lo bueno es que estos efectos pueden ser revertidos en pocas semanas, lo que quiere decir que la del famoso “Enero Seco” es algo más que una moda de salud.
Paul Thomes, investigador de la Universidad de Auburn, cuyo estudio se centró en el mecanismo del daño orgánico inducido por el alcohol, explicó que el hígado tiene una gran capacidad regenerativa. De las 4 etapas de la enfermedad hepática relacionada con el alcohol, las 3 primeras pueden revertirse solamente con dejar de beber.
¿Qué puedo hacer para dejar la bebida?
A medida que nos informamos acerca de los efector dañinos del alcohol sobre nuestra salud, aparecen nuevas alternativas. Los cócteles y otras bebidas que no contienen alcohol están ganando cada vez mayor popularidad y hasta reconocemos que saben mejor gracias a los nuevos avances de la ciencia alimentaria.
Los viajes sin nada de alcohol también están siendo cada vez más populares, lo que permite a la gente explorar nuevas culturas, hasta aquellas culturas en las que una copa de vino o una cerveza o un traguito de algo amargo suelen ser considerados parte del viaje. Muchas compañías de turismo ofrecen incluso excursiones sin alcohol.
Lauren Burnison, fundadora de We Love Lucid, una compañía europea de viajes sobrios, dijo que las personas están muy contentas de relacionarse con otros individuos que han pasado por una experiencia vital similar. Burnison también dijo que hay un ambiente animado y está genial despertarse sin resaca.