Los agresores sexuales se esconden detrás de las apps de citas para acechar a sus víctimas. Debido a que millones de personas en todo el mundo buscan afecto y amor por medio de las aplicaciones de citas como “Tinder o Gridr”, el poco control de estas redes sociales sobre las identidades de sus suscriptores y las blandas legislaciones facilitan que los depredadores sexuales actúen con total impunidad.
Abrirles una puerta a los agresores sexuales
Lo que al principio parece ser un juego divertido e inocente, también representa una puerta abierta donde acechan los agresores sexuales. Las aplicaciones de citas cuentan con un escaso control sobre las identidades de sus usuarios. Y por otro lado las leyes son bastante laxas en este campo, lo que beneficia a los depredadores sexuales en el momento de atacar a sus víctimas.
Tinder es una de las apps de citas que tiene mayor aceptación a nivel mundial. Esta plataforma social les promete a sus usuarios hallar el amor de sus vidas sin tener que moverse de sus casas. Tinder tiene un poco más de sesenta y seis millones de usuarios en todo el mundo. Una cantidad que no para de crecer desde que comenzó la pandemia por covid-19. Ciertamente, muchos están en búsqueda de pareja, pero otros solo desean una aventura de una noche nada más.
A pesar de que existen perfiles de todas las edades, esta aplicación busca seducir a los más jóvenes. De acuerdo con sus representantes, cerca del cincuenta por ciento de sus suscriptores tienen menos de 25 años.
Usar esta plataforma de citas es tan fácil como meter los datos y preferencias en ella, deslizar el dedo, esperar a que aparezca un “match” y ya. Si esto sucede, quiere decir que estás de suerte, “alguien te está esperando”.
Sin embargo, lo que parece un divertido e inocente juego de niños, es además una puerta de acceso al oscuro lugar donde acechan los agresores sexuales. Una verdadera pesadilla que nadie puede imaginar siquiera que existe en el momento en que empieza el coqueteo.
Buscar una relación seria y hallar un encuentro con agresores sexuales
Lo que le sucedió a Julie, una usuaria de esta aplicación de citas una fatídica noche de octubre del año 2019, fue algo completamente aterrador. Para ese momento, la chica tenía 26 años. Sus amigas le habían abierto una cuenta en la plataforma de citas y fue así como conoció a un hombre totalmente encantador. Ambos coincidían en todo, además en lo que esperaban de una relación, que fuera una relación seria.
Luego de una serie de encuentros, él invitó a Julie a su casa y, a pesar de que la chica le había dejado muy claro que no iba a haber sexo, el hombre tenía otros planes ocultos. Varios años más tarde, Julie contó con el terror presente en sus ojos que, el agresor le puso el cinturón alrededor de su cuello, lo apretaba y luego lo aflojaba. Y le obligó a mirarse en el espejo para que viera cómo se ahogaba.
Pero la pesadilla que le esperaba a la joven no había hecho más que comenzar. Julie recordó que aquel hombre la obligó a hacerle un “anilingus”, la obligó a hacerle una felación y además le eyaculó en su cara.
Julie enumeró cada una de las perversidades que el hasta ese momento “amor de su vida” le impuso con mucha violencia. Recordó que, “estaba petrificada”.
Soportar lo insoportable
En este sentido, el trabajador social Aymeric Dallinge; explicó que, en los testimonios que recibe, las personas no siempre están conscientes de haber recibido una agresión sexual. Y que se trata de una de entre tantas consecuencias psicológicas que tienen que sufrir las víctimas de agresiones sexuales. De acuerdo con María José Lacasa, quien es psicoterapeuta, el individuo que vive este tipo de experiencia sexual queda paralizado.
En otro testimonio, Leonel, un chico que para el momento de recibir el ataque era menor de edad; también quedó paralizado luego de pasar una noche para olvidar el momento en que su agresor abusó de él, a pesar de que el joven le insistió en que solo habían acordado hablar y conocerse mejor. El chico recordó que, el agresor le acostó en la cama y cuando hizo lo que tenía que hacer, Leonel sintió que ya no estaba dentro de su propio cuerpo.
Lacasa explicó que, un individuo que ha disociado es una persona capaz de soportar lo insoportable.
Qué ocurre después de haber sufrido una agresión sexual
Los expertos son enfáticos en asegurar que, luego de ser agredidas sexualmente, la negación de lo sucedido, el estado de shock, la vergüenza y la culpa aparecen en cascada en todas las víctimas. Y son precisamente estas consecuencias las que no dejan que la persona haga la denuncia inmediatamente.
Marilêne Lieber, socióloga de la Universidad de Ginebra, aseguró que solo el ocho por ciento de las personas que afirman haber sido agredidas sexualmente, manifiestan que han denunciado.
Los depredadores sexuales utilizan perfiles falsos y desaparecen sin dejar rastros
Stéphane Koch, especialista en ciberseguridad; asegura que, si a este hecho se le agrega la infinidad de perfiles falsos. Además,que tampoco se muestra una voluntad de comprobar la identidad del titular de la cuenta, por parte de las aplicaciones de citas. Los agresores sexuales juegan con la ventaja de desaparecer sin dejar el mínimo rastro de este su espacio ideal en el que termina de convertirse esta red del amor.
Clara, una italiana que se mudó a Suiza para hacer su doctorado en medicina y que sufrió una agresión sexual por parte de un hombre que conoció por medio de Tinder; admitió que, conocía la opción “deshacer match” para que ella no pudiera acceder a sus datos. La joven no pudo denunciar a su agresor debido a que él borró, de manera inmediata, sus datos en la plataforma.
Desprotección de la justicia
Las personas que han sufrido esta clase de ataques sienten la desprotección también en los tribunales. Una vez que han superado el shock y la negación de la agresión que, en muchos casos, pueden durar hasta 2 o 3 años. Los juicios acostumbran ser una dura prueba para las víctimas que han de revivir las traumáticas y dolorosas experiencias sufridas.
Los resultados en la mayoría de los casos, suelen resultar decepcionantes. Para Julie, quien tuvo que transitar por el terrible camino de la denuncia, asegura sentir que el sistema judicial de su país no la ha protegido.
De acuerdo con las investigaciones llevadas a cabo al efecto, al final, tanto en Suiza como en Francia, solo el uno por ciento de las agresiones sexuales acaba en condena. Para la justicia, también, el frecuentar app de citas parece representar un agravante para las víctimas de violación. Un escollo más que debe ser superado en el tortuoso viaje hacia la reconstrucción.