La creación de plataformas para el diseño de chips fotónicos (que manejan la luz) y su fabricación en España, son dos de los retos a los que se está enfrentando el país ibérico para adquirir la soberanía en esa clase de tecnología.
El programa PERTE Chip tiene las líneas maestras para alcanzar los retos relacionados con la fabricación de chips fotónicos en España.
Los chips fotónicos vienen experimentando un desarrollo sin precedentes en la última década
En la actualidad nos encontramos en un época de cambios en las tecnologías de semiconductores, a los que comúnmente se les denomina “chips”. Por décadas estos componentes han estado presentes en nuestras vidas, y luego de la pandemia por coronavirus nos hemos cuestionado la manera global de producirlos.
A nivel mundial estamos asistiendo a fuertes iniciativas para el fomento de la soberanía en la fabricación de semiconductores, tanto los electrónicos como los chips fotónicos, que son aquellos que manejan la luz, la visible y la infrarroja.
Y justamente en la última década son los chips fotónicos los que han experimentado un desarrollo sin precedentes. Siendo el principal impulsor la creciente necesidad de comunicaciones masivas de datos a altísima velocidad, a través del uso de fibras ópticas. Lo que obedece principalmente a la proliferación de servicios en la nube, los cuales se apoyan en incontables instalaciones de super computación y centros de procesamiento de datos.
El mercado de los chips fotónicos está creciendo cerca de un 30 % anual en los últimos 10 años
Mientras que el mercado de la microelectrónica apenas crece alrededor de un 5 % anual desde hace veinte años, el mercado de la fotónica integrada (chips fotónicos) lo viene haciendo a un promedio de aproximadamente un 30 % en la última década, debido a que es una tecnología en despegue.
El país ibérico cuenta con un ecosistema de fotónica integrada establecido y en crecimiento, que se expande por toda la cadena de valor, empezando por un fuerte núcleo de I+D+i pública y emprendimiento, con empresas de diseño, fábricas, productores de equipo, empaquetado, test, “fabless” (empresas que producen chips en fábricas de terceros) y usuarios finales de chips fotónicos. España se encuentra compitiendo en muchos casos a escala mundial, y ello le aboca a 3 desafíos.
Veamos los tres grandes desafíos
El primer desafío consiste en la producción de tecnología propia española, que exige un impulso específico de la I+D+i para la generación de plataformas tecnológicas de fabricación, como las que ya existen en Valencia, Barcelona, y la incipiente en Vigo.
En segundo lugar, tenemos la transferencia de estas plataformas a fábricas en territorio español, en cooperación público-privada.
Y por último, se encuentra la estimulación de compañías “fabless” para las aplicaciones de la actualidad y las que vendrán en el futuro, habilitadas por estas tecnología.
¿Qué es el programa español PERTE Chip?
Este país cuenta con un programa propio que contempla el desarrollo de la industria del semiconductor en general. Además del desarrollo de la fotónica integrada particularmente, conocido como PERTE Chip, que cuenta con las líneas maestras para alcanzar estos objetivos.
Por lo tanto, ya es hora de bajar al detalle e implementar este programa de avanzada y determinar cómo se hará para no dejar ningún resquicio administrativo durante el impulso que exige este sector tan importante para el país.
Este 2023 se trata de un año clave y ya está terminando el mes de marzo. ¿Qué pasará desde ahora hasta diciembre? Hay confianza en que los agestes de la cadena de valor de chips fotónicos, en unión a la administración pública española, puedan entonces echar la vista atras y afirmar que “van por el buen camino”.
El programa PERTE y la Ley Europea de Chips
Debido a la creciente demanda de chips en sectores clave como los electrodomésticos, la automoción y la necesidad de acelerar la autonomía en la fabricación de semiconductores, el proyecto PERTE tiene como finalidad reforzar las capacidades de diseño y desarrollo de la industria de la microelectrónica y los chips en suelo español, y favorecer la autonomía estratégica de España y de la Unión Europea en este sector, alineado con los contemplado en la Ley Europea de Chips.
Esta previsto que el proyectos estratégico PERTE Chip movilice una inversión pública de alrededor de 12.250 millones de euros hasta el año 2027 y a su vez active un importante volumen de inversión en el sector privado.
El llamado proyecto PERTE Chip será desarrollado en torno a 4 ejes estratégicos, a saber: concepción, diseño, producción de semiconductores y dinamización de la fabricación de productos electrónicos TIC, que servirá para que actúe como generadora de demanda de los chips producidos, y de impulso al ecosistema emprendedor de semiconductores de la economía del país.
Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI)
Por otro lado, se ejecutarán diversas acciones. Una de ellas es el refuerzo de la capacidad científica nacional. Con actuaciones como fortalecer la I+D+i sobre microprocesadores de avanzada y arquitecturas alternativas, además de la fotónica integrada y el desarrollo de chips cuánticos. También el lanzamiento de una línea de financiaión para el refuerzo del IPCEI de Microelectrónica y Tecnología de la Comunicación. Es estima una inversión de 1.165 millones de euros para el lapso 2022-2027.
Además, está el eje de la estrategia de diseño, que incluye actuaciones que potenciarán la capacidad nacional en el diseño de microprocesadores a través de la creación de compañía “fabless” de diseño de microprocesadores de avanzada y arquitecturas alternativas; red de capacitación en materia de semiconductores y líneas de pilotos de pruebas. Para lo cual serán destinados 1.330 millones de euros.
En cuanto la construcción de plantas de fabricación, se espera dotar la capacidad de producción española de semiconductores en la fabricación de tecnología de avanzada y de gama media. La inversión pública contemplada para este eje es de 9.350 millones de euros.
Y la dinamización de la industria de fabricación TIC en España, este eje contempla actuaciones como la creación de un fondo de capital enfocado en los semiconductores para financiar startups, pymes innovadoras del sector de chips nacional y scaleups. Para lo que se estima una inversión pública inicial de 200 millones de euros.
Además estaría dirigida a fortalecer la producción interna de la fabricación de productos electrónicos, para que ejerza de sector de impulso sobre la industria de los chips y absorba parte de su producción. Con un presupuesto de 400 millones de euros.