Los inversionistas experimentan pérdidas, incluso aquellos que apostaron por valores seguros como los de las “big tech”, que llevaban muchos años de bonanza hasta la actualidad. En Wall Street, en el centro de Nueva York, rodeado de luces y de la cartelería electrónica de Times Square; se encuentra el Nasdaq, la bolsa de valores electrónica automatizada y especializada en empresas tecnológicas.
El Nasdaq cayó un 23 % en los primeros 5 meses de 2022
Durante los primeros 5 meses del 2022, el índice Nasdaq, el indicador encargado de reflejar los movimientos del conjunto de acciones comercializadas en esa bolsa, perdió casi un 23 %.
Eduardo Carbajal, quien es profesor de economía y finanzas dentro del Instituto Tecnológico de Monterrey en México; dijo que esto representa una de las peores caídas registradas por el Nasdaq en toda su historia.
Y agregó que las denominadas “big tech”, empresas como Amazon, Netflix, Meta, Apple y Alphabet; no han escapado al desplome, llegando a experimentar caídas porcentuales de más de dos dígitos.
¿Qué ocurre en el Nasdaq?
Ya se conoce ampliamente que los mercados son volátiles. Las expectativas y el ánimo de los inversionistas, lo que ellos esperan a que ocurra en el futuro, es lo que realmente determina los precios de las acciones en el Nasdaq.
Y en este 2022, la tendencia ha estado marcada por el desprenderse de este tipo de activos; ya que los inversores entienden que no tendrán el retorno que esperan.
Carbajal explicó que, su hipótesis consiste en que había una sobrevaluación de muchas compañías tecnológicas. Y añadió que, no es posible que la empresa de vehículos eléctricos Tesla tuviera un valor de mercado más alto que cualquier compañía que históricamente fabricaba autos.
Ciertamente, existen varios factores que están influyendo en el espíritu de los inversores. El primero, sin dudas, es la alta inflación; la cual es un fenómeno generalizado en todo el Occidente durante lo que va de año. Por ejemplo, en los Estados Unidos la inflación se ubicó en 8,6 % en este mes; lo que representa el mayor incremento en los últimos 40 años.
La inflación también trae consigo incertidumbre, una palabra negativa para los mercados. Por lo que, para buscar frenar la ola inflacionaria, los bancos centrales se encuentran aumentando las tasas de interés; una acción que hace que se encarezca el dinero y por ende, también los créditos.
El otro factor, el aumento de las tasas de interés por parte de la Fed
En los Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) tomó la decisión de aumentar las tasas de interés y las señales que ha dado sugieren que continuará haciéndolo. Lo que está afectando en mayor medida a las empresas tecnológicas; que en los últimos años se aprovecharon de las tasas de interés muy bajas para inyectar dinero en ellas.
El director de Criteria Asset Management en Argentina, Nicolás Max; dijo que cuando cambian las expectativas y se incrementan las tasas de interés, las acciones tecnológicas suelen estar más afectadas que las empresas con más peso relativo en índices como el Dow Jones, de empresas más tradicionales.
Por otro lado, la escalada sobre el costo del crédito también hace que las inversiones en bonos del Tesoro de EEUU sean más atractivas; razón por la cual una parte de los capitales se desplaza hacia esa clase de activos que resultan más seguros.
Lo que a su vez hace que se enfríe la economía y disminuya las expectativas de ganancias de las compañías, lo que vuelve menos atractivas sus acciones.
Estos dos factores sumados dan como resultado una bomba económica denominada “estanflación”; que no es otra cosa que un estancamiento de la actividad con alza sostenida de precios.
Pérdidas por más de 2,7 billones de dólares
Nicolás Max aseguró que, la magnitud del desplome está fundamentado en las acciones que dominan con mayor peso el Nasdaq.
Los gigantes tecnológicos, donde están Amazon, Facebook, Apple, Netflix y Google; aunque también se puede incluir entre ellos a Microsoft, una compañía más tradicional. En el primer trimestre del año se vieron ciertas caídas en las ganancias con respecto a las expectativas en acciones muy emblemáticas en los índices tecnológicos como PayPal, Netflix y Facebook, afirmó Max.
Solo Apple, Facebook, Microsoft, Amazon y Google perdieron 2,7 billones de dólares en valor de mercado desde el comienzo de este año hasta el pasado 19 de mayo; de acuerdo con lo publicado por The New York Times. Lo que representa una cifra mayor que toda la economía de México y Brasil sumadas.
Carbajal dijo que, estas empresas están volviendo a los niveles posiblemente reales que deben tener los precios de las acciones. Y que el poder de arrastre que poseen las grandes empresas siempre pone en alerta a las más pequeñas, que al final también caen como piezas de dominó.
Una billetera que al parecer no se acaba
Lo que pudiera resultar un tanto raro en esta narrativa es que, a pesar de la gran caída de las empresas tecnológicas, éstas siguen con la billetera abierta para continuar gastando.
Esto se ve reflejado en significativos aumentos de sueldos para sus trabajadores durante este año, o incluso en las nuevas contrataciones que han hecho ciertas compañías; además de mayores inversiones en proyectos.
Las compañías que encabezan el Nasdaq son muy sólidas, y cuando todo esto termine, van a contar con un fuerte poder de recuperación. Y la muestra se ve en los proyectos que vienen desarrollando, señaló Carbajal.
¿Se puede espera una recuperación después de todo?
El estado de ánimo de los inversionistas no parece haber tocado fondo todavía, lo que impactará el precio de las acciones de las empresas que cotizan en el Nasdaq.
Según Carbajal, desde este momento hasta que termine el 2022, no se verá ninguna mejoría de las condiciones macroeconómicas que puedan hacer pensar que se va a parar o que va encontrar un piso.
Lo importante sería saber si la economía de los Estados Unidos se encaminará a no hacia una recesión; conocer cuán profunda será la desaceleración en la economía y, por consiguiente, cuánto se van a desacelerar las ganancias de las empresas hacia adelante. Esa interrogante es, fundamentalmente, la que pesa realmente, explicó Max.