Un escudo de silicio está protegiendo a una pequeña isla, Taiwán; del gigante asiático, su enemigo político. Un escudo que, hasta el momento ha podido evitar que la isla pase al dominio de la República Popular China.
Taiwán se protege de China a través de un escudo de silicio
En la lucha de Taiwán por alcanzar su independencia, un escudo de silicio la ha mantenido a salvo. La isla de Taiwán se encuentra ubicada justamente al frente de la gran República Popular China. Y por décadas estos dos territorios han mantenido un conflicto político.
Estos países comparten la misma lengua y los mismos ancestros; pero regímenes políticos completamente opuestos. En China habitan 1.300 millones de personas, mientras que Taiwán sólo cuenta con 23 millones de habitantes.
Desde 1949, las dos naciones mantienen una disputa, la cual priva a la isla del acceso a los organismos internacionales. Ubicándola en un estatus indefinido, además de un reconocimiento limitado por el resto de los países.
Tanto es así, que solamente 15 naciones en todo el mundo, reconocen a Taiwán como un estado soberano. Mientras que China reclama su territorio como parte de sus dominios, y considera a la isla como una provincia rebelde.
Crecen las amenazas contra Taiwán
El Partido Comunista chino, en el año 2005, aprobó una legislación antisecesión. Dicha ley reivindica el derecho que tiene el país de recurrir a “medidas no pacíficas” contra Taiwán, si este intenta independizarse de China continental.
Esta legislación le permitiría a China realizar un ataque militar contra Taiwán, si la isla llegase a declarar su independencia.
Taiwán desarrolló un escudo de silicio para evitar una invasión
Tras muchos años de tensiones y hostilidades, la isla encontró una manera de evitar una invasión china, al desarrollar el llamado “escudo de silicio”. Esta arma es tan compleja, que nadie sería capaz de imitar a mediano o a largo plazo.
La industria del silicio, es clave en la fabricación de dispositivos que van desde aviones militares, paneles solares, instrumentos médicos, hasta videojuegos.
Craig Addison, en una entrevista a la BBC Mundo; explica algunos aspectos destacados en su libro “El escudo de silicio, es la protección de Taiwán contra un posible ataque chino”. Que brinda un análisis del conflicto entre estas dos naciones y su repercusión en el resto del mundo.
¿Qué es el escudo de silicio?
Representa que Taiwán está en una posición ventajosa, como primer fabricante de chips semiconductores avanzados a nivel mundial. Este escudo actúa como un factor disuasorio contra una acción bélica china.
El impacto de una acción militar contra Taiwán, sería tan grande para todo el mundo, que hasta la propia China se vería muy afectada en su economía, pagando un alto precio por su accionar. Las economías del mundo, así como la del gigante asiático, dependen de los chips super avanzados fabricados en Taiwán.
Estos chips super sofisticados están hechos con semiconductores; es decir, son circuitos integrados elaborados generalmente con silicio.
Una guerra dañina tanto para China como para Taiwán y EEUU
El escudo de silicio, es muy parecido al concepto de la guerra fría de “destrucción mutua asegurada”. Debido a que cualquier acción bélica en el territorio de la isla, sería tan grave para China como Taiwán y EEUU.
En ese sentido, el escudo evitaría que se diera inicio a un conflicto y al mismo tiempo protegería a la isla de un ataque militar chino.
Debido a que el costo de la acción sería tan tremendo para el mundo, como para la propia China. El gobierno de Xi Jinping tendría que pensarlo muy bien antes de ordenar el ataque.
Solamente el hecho de que China no haya seguido con sus acciones para tomar Taiwán a la fuerza, demuestra que el “escudo de silicio” ha funcionado.
De no ser Taiwán un proveedor de tecnología de tanta importancia para el mundo, posiblemente ya China hubiera continuado con sus acciones para ocupar el territorio de la isla.
¿Qué papel juega EEUU en este conflicto?
Por otro lado, está el hecho de que EEUU considera que, China no cuenta con la capacidad militar para cometer un ataque a gran escala contra la isla de Taiwán.
En el pasado junio, Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de EEUU, en su testimonio ante el Congreso, declaró que un ataque de China a Taiwán, resultaría “extraordinariamente complicado y costoso” para el gigante asiático.
Si China decidiera atacar militarmente a Taiwán, sería inocente pensar que EEUU se quedaría con los brazos cruzados, esperando que China se apodere de la isla por la fuerza.
No solo por la disrupción masiva que pudiera representar en la cadena de suministro de alta tecnología nivel mundial, una invasión le otorgaría a China total control sobre las fábricas de microchips más sofisticados del mundo.
Por último, China se apoderaría del armamento bélico que EEUU le ha vendido a Taiwán a lo largo de todos estos años.