Aguas Dulces, playa y ranchos en Uruguay

Aguas Dulces es una playa situada en la costa de Uruguay, el pequeño gran país de Sudamérica.

Uruguay está dividido en departamentos. Aguas Dulces se ubica en el departamento de Rocha, que limita con Maldonado (donde se encuentra la mundialmente famosa Punta del Este) y con la frontera con Brasil.

A diferencia de su departamento vecino que alberga playas muy elegantes como Punta o Piriapolis, Rocha es la zona de los balnearios rústicos y naturales. En Rocha se anda descalzo, se deja el auto parado hasta el regreso y se disfruta la playa sin carpas, sin vendedores y sin horarios. En su costa se salpican pueblitos de pescadores hoy convertidos en balnearios, como La Paloma, La Pedrera, Cabo Polonio, Valizas, Aguas Dulces o Punta del Diablo.

Tranquilo y pequeño, el balneario se articula con callecitas sinuosas que llegan a la playa. Una vez ahí, verás encaramadas, las casas y ranchos de paja que todavía le hacen frente a un mar bravío. Hay muros, piedras, escaleras y debido a eso, actualmente la playa es más chica. Para tener playa más extensa debes alejarte a los extremos del balneario, menos edificados y con más arena y médanos. Pero todo es cerca y puedes hacerlo caminando, incluso descalzo si eliges ir por la costa.

Playa de Aguas Dulces
Playa de Aguas Dulces

Cómo llegar

Aguas Dulces se ubica a 261 km de Montevideo, la capital uruguaya y a 70 km de Rocha, la capital del departamento del mismo nombre. Se llega en coche o en bus por la ruta 9 hasta la ciudad de Castillos, ahí se gira hacia la costa por la ruta 16 y se llega a Aguas Dulces, a 10 km de Castillos.

Para llegar en bus, la empresa Rutas del Sol tiene viajes directos desde Montevideo que duran aproximadamente entre 3 hs y media y 4. Los horarios en la temporada de verano son: desde Aguas Dulces: 9, 14 y 19.30. Desde Montevideo: 7.30. 15.15 y 21 horas. El precio en la temporada 2023 es 818 pesos uruguayos cada tramo. (20 dólares aprox)

Una historia peculiar

Antiguamente, Aguas Dulces era una playa salvaje, un pequeño poblado de ranchos de paja al cual se accedía en carro tirado por caballos. Había mucha arena y una playa ancha y extensa. La leyenda cuenta que los primeros visitantes eran enfermos de tuberculosis que venían a buscar la cura de sus males. Con el paso del tiempo los veraneantes y los ranchos se multiplicaron. Todos se conocían, no había luz ni agua: las casas tenían «cachimbas», aljibes de donde se obtenía el agua clara y transparente. Y dulce. Es por eso, que el balneario se llama así, porque se puede hacer un pozo cerca del mar y se obtiene agua dulce.

En la década de los 80, llegaron los primeros veraneantes internacionales. Con el desarrollo del turismo, el pueblo mejoró sus servicios y se agrandó, pero siempre conservando ese espíritu familiar, tranquilo y bohemio.

Qué ver en Aguas Dulces

En este pintoresco balneario de mar rebelde, ranchos sobre la arena y sol radiante, hay una calle principal, la «Cachimba y Faroles» que es el título de una canción que se convirtió en un himno del balneario. Antes de adquirir este nombre, los lugareños la llamaban «Gorlerito», emulando a la célebre peatonal de Punta del Este. Los turistas más antiguos la siguen llamando así. En ella se extienden los principales restaurantes, inmobiliarias y tiendas y es el centro de la movida nocturna.

Gorlerito, calle principal de Aguas Dulces
Gorlerito, calle principal de Aguas Dulces

El atractivo principal de Aguas Dulces, por supuesto, su playa. Pero en la tardecita podrás recorrer la calle principal, comprar algún recuerdo o artesanía o probar los churros o las tortafritas. Recorre la feria artesanal y cena en algún restaurante del corazón del balneario. Seguro tendrás música en vivo para disfrutar de las exquisiteces rochenses.

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